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Voto de Berbizier:
7
Bélico Mítica película antibélica que plasma los sentimientos, sensaciones y desilusiones de un grupo de jóvenes estudiantes que son enviados al frente en la Primera Guerra Mundial (1914-1918). Es una adaptación de la novela homónima del escritor alemán Erich María Remarque. Su estreno provocó enfrentamientos entre nazis y comunistas. (FILMAFFINITY)
17 de enero de 2010
26 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
El camino a la muerte

Lewis Milestone es el caso más evidente de director menospreciado; ni siquiera olvidado, porque es bastante conocido, entre otras razones por ser autor de esta película. Sin ser un maestro, su aportación a la cinematografía merece una consideración superior a la que el influyente Andrew Sarris le dedicó en su repaso al cine americano, en el que lo situaba algo más abajo del purgatorio. Ahí están para desmentirlo títulos excelentes como "Arco del Triunfo", "The front page", "Edge of darkness", "El extraño amor de Martha Ivers" o, mi favorita, "Un paseo bajo el sol". Y también "Sin novedad en el frente".

Producción Universal personalmente supervisada por Carl Laemle, la película se basa en una novela de Erich Remarque que en su momento fue best seller mundial, y podría encuadrarse dentro de la moda de films bélicos sobre la Primera Guerra Mundial que se desató a raíz del gran éxito de "El Gran desfile" de King Vidor.

Llama la atención cómo describe íntegramente la trayectoria completa de los reclutas voluntarios en la gran guerra, con un rigor documental que todavía hoy sigue respirando verosimilitud: la ilusión inicial, el primer desengaño de la instrucción, el choque con los veteranos, el bautismo de fuego, la desorientación, la desesperación de la espera, la inutilidad de las sangrientas escaramuzas, el horror de la lucha cuerpo a cuerpo, la convivencia en las trincheras, la vuelta..., todo ese largo camino hacia la muerte de la juventud, que supone la guerra está esencialmente trazado en un tono verista, con profusión de detalles que sobrecogen, como la invasión de ratas en la trinchera un instante antes del ataque enemigo. Milestone, además, se sirve espléndidamente de la técnica de movimientos de cámara, en especial en las escenas bélicas, de cuyos precisos y largos travellings tomó buena nota Stanley Kubrick para "Senderos de Gloria".

Aun así, hay un exceso de discurso en la película, y no siempre sabe Milestone controlar la intensidad dramática de las situaciones, que a veces se le van de las manos y cae en la histeria. Por fortuna, la escena final sí que es una lección de cine sobrio y emocionante.

Mi oscar de 1930 sería para "Marruecos" de Von Sternberg. Buenas candidatas habrían sido "Hampa Dorada" de Mervyn Leroy y "City Girl" de Murnau.
Berbizier
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