Aunque los diseños de ropa y armaduras son lo bastante horrendos como para lastrar toda la película, y a estas alturas del partido cuesta un poco creerse a esa princesa, ese rey y ese jefe de caballeros -lo cual, por cierto, es triste. ¿Cuándo me mataron la inocencia?-, el héroe de "Jack el caza gigantes" posee una característica rara de ver en una película de esta clase y muy de agradecer en estos tiempos de puro músculo y testosterona: su principal arma, como en el caso de Ulises, no es la fuerza ni la habilidad para matar sino la astucia. Y eso da gusto verlo. Al margen de ello, y aunque su relación con la princesa resulte un tanto pastelosa y difícil de tragar, su innegable valentía se muestra por completo exenta del matonismo característico de todos o casi todos los héroes de acción de los últimos años o décadas. Lo cual también es muy de agradecer.

Por lo demás, la película resulta aventurera y suficientemente entretenida, y los gigantes, que técnicamente tampoco son espectaculares, tienen personalidad, cierta complejidad, y gracias a una magnífica presentación -la del primero de ellos al que vemos en acción- resultan sin duda unos enemigos temibles.

Por todo ello considero la valoración de esta película un tanto más baja de lo que se merecería, y le pongo un puntito más de los que en otro caso le pondría.