Basada en la vida de Deborah Feldman, que huyó de su comunidad religiosa cuando era pequeña, esta miniserie básicamente no puede dejar de verse.

Centrada en la vida de Esther, una joven que forma parte de una familia judía, POCO ORTODOXA nos presenta un recuerdo trascendente y estremecedor sobre la difícil vida que llevan todos aquellos que no quieren formar parte ni obedecer a las prácticas que se les imponen.

Etsy (personaje principal) intenta abandonar el matrimonio que le fue arreglado, buscando su propia felicidad por fuera de la vida que ya tiene “programada” o “asignada” incluso desde antes de nacer. Intensa y aguda, esta serie te hace atravesar distintas emociones: tristeza, alegría, sensibilidad, bronca. Muestra desde muy dentro las prácticas de los judíos ortodoxos, la dificultad que deben atravesar (en mayor medida) las mujeres que integran dicha comunidad.

A pesar de ser una serie, se muestran con agudeza y especificidad las prácticas de dicha religión: los matrimonios arreglados desde la más pequeña juventud, la idea del matrimonio y el acto sexual nada más que para procrear, la imposibilidad de que una mujer reciba educación, placer o tenga ideales por fuera de su familia, son algunos de los ejemplos que pueden verse y sentirse latentes a lo largo de los capítulos.

Si bien me levanto y aplaudo a la protagonista, el personaje del marido judío de aquella (Yankee Saphiro) es digna de mención. Se producen con relación al mismo, varios sentimientos encontrados: a pesar de que en muchas ocasiones debemos ponernos del lado de él o de Etsy (y nos avocamos por respaldar a ésta), en otras nos apena lo que debe atravesar puesto que es hijo y víctima de un sistema ortodoxo, que le imposibilita tener un pensamiento crítico de lo que se le impone, y le obliga a hacer lo que se espera que aquel haga por cumplir con el legado.

Temática cautivadora, trama apasionante, belleza emotiva. Simplemente tremenda.