Reconozco que la película, como buena gringa, es buena pero no lo pretende en lo más mínimo. Una película sin mayores aspiraciones con la que sin embargo se está en compañía de una actuación agradable de Barrymore. Personalmente adoro la película, aunque reconozco varias fallas en ella, de manera que no me concierne defenderla a capa y espada; y mucho menos aflorarle virtudes que no tiene. Es sencilla y allí esta, en mi concepto, la clave. Ser homogénea, pero no aburrida. Por lo menos esto lo tuvo claro Segal, una sencillez hasta el punto de lo risible que genera un resultado en la crítica, muy acorde con la cúpula de esfuerzo que se imprimió a su desarrollo. Pero acaso este guiño, ¿no es encantador?