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Colombia Colombia · Bogotá D.C.
Voto de La Casa Tomada:
10
Thriller. Intriga. Drama Benjamín Espósito es oficial de un Juzgado de Instrucción de Buenos Aires recién retirado. Obsesionado por un brutal asesinato ocurrido veinticinco años antes, en 1974, decide escribir una novela sobre el caso, del cual fue testigo y protagonista. Reviviendo el pasado, viene también a su memoria el recuerdo de una mujer, a quien ha amado en silencio durante todos esos años. (FILMAFFINITY)
12 de mayo de 2010
10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cine es una forma alternativa de excitación que poco a poco se consolida y que detrás de toda una estructura burocrática, tiene a su servicio a los pensadores. Ellos son quienes más contribuyen con la expansión de este cuento que algunos llaman arte y otros simplemente desprecian. Siempre he pensado que ver una película es un ejercicio de fe, de entre esa maraña de experiencias que constituyen la rutina y de las que bien, podría salir cualquier película se abre un espacio para escuchar una historia o mejor, para ver una historia. En esta medida la industria concibe personajes memorables, héroes, villanos y un mar de situaciones con la única pretensión de explorar eso que cada quien vive en secreto. Desde esta perspectiva el cine es admirable, digno y sobre todo una gran experiencia. El secreto de sus ojos interactúa con los presupuestos aquí descritos y es que, no mas comienza la película, se adivina una historia humana, única y real; donde el escenario, en este caso las instituciones públicas y las entidades designadas para administrar justicia en la Argentina de los años 70, bien puede intercambiarse por la sala de una empresa en liquidación o por el senado romano sin que varié en gran medida el objeto y la fuerza que tiene. Lo que quiero decir es que tanto el lugar como las situaciones constituyen una fachada en la obra, un pretexto simple que busca forma y contenido en niveles opuestos al precepto de un vida dedicada al estudio jurídico.

La violación y el asesinato de una joven hermosa y una escena del crimen magistralmente propuesta se hundirá cual lanza en el fondo de la vida de Benjamín, quien en su afán de encontrar un feliz desenlace en esta trágica historia se hace en una carrera donde todos los aspectos de la vida en sociedad se describirán con lujo. La historia de amor es bellísima y bien se podría matizar como la aventura de un amor suspendido en el tiempo, un amor sin pretensiones ni afanes; La amistad ronda las paredes del Juzgado. Ya que me refiero al punto de la amistad, debe hacerse mención aparte de la escena en la que el perpetrador del delito, hallado en una fuga de genialidad salida de años dedicados a dirimir sobre el norte del brutal asesinato, opta por la muerte de Benjamín y para ello designa a unos sicarios que se encargaran por él, de pecar una segunda vez. Amigo de Benjamín tirado de borracho presiente su muerte cuando a la casa abordan los sicarios y solo esto basta para que su último aliento prefiera la protección no su protección, ¿dejar caer los cuadros, las fotografías tal vez? –No hombre que pasa, dame un minuto. –Ven acá viejo. –Pero decime que pasa. Una escena memorable y bella, que tiene tela moral. Para resumir, la historia es de las grandes que vi, es un cuento contado con cordura y seriedad y donde no se escatimo detalle para que el conjunto, resultara música para los oídos. Una obra de arte llamada a sobrevivir y a mantenerse viva en el tiempo.
La Casa Tomada
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