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España España · Donostia
Voto de Jmpg2012:
8
Romance. Drama Adèle (Adèle Exarchopoulos) tiene quince años y sabe que lo normal es salir con chicos, pero tiene dudas sobre su sexualidad. Una noche conoce y se enamora inesperadamente de Emma (Léa Seydoux), una joven con el pelo azul. La atracción que despierta en ella una mujer que le muestra el camino del deseo y la madurez, hará que Adèle tenga que sufrir los juicios y prejuicios de familiares y amigos. Adaptación de la novela gráfica "Blue", de Julie Maroh. (FILMAFFINITY) [+]
26 de octubre de 2013
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Kechiche, el director francotunecino no ha hecho muchos amigos durante el rodaje. Las dos actrices principales de la película, la ya consagrada Léa Seydoux, y el relativo descubrimiento de la actriz principal, Adèle Exarchopoulos, se han explayado a gusto contra el director, que les ha sometido a un tercer grado en el rodaje, haciéndoles repetir tomas sin descanso, regodeándose en lo morboso, estirando el rodaje más allá de los cinco meses o grabando las bofetadas y la poca violencia que hay en el argumento de forma real, sin doblajes ni efectos especiales. A tortazo limpio. Léa Seydoux decía que si hubiesen rodado en Estados Unidos habrían acabado en la cárcel.
Por su parte, el director tampoco se ha quedado callado y les ha replicado que quejarse por dedicarse al cine es inmoral, que hay otras profesiones que son realmente duras y sufridas y que el oficio del cine es un privilegio, y que con lo que gana Seydouf podrían vivir 40 familias de trabajadores. El resultado es que Léa no se plantea volver a trabajar con el director y el director ha acabado renegando incluso de haber hecho la película porque, pese a haber ganado en Cannes acusa al cine francés –ahí es nada- de haber practicado con su película una especie de censura institucional, porque les ha resultado dura y difícil de tragar.
Con Julie Maroh, la autora del cómic en el que se basa la película tampoco ha acabado mejor. Primero porque la adaptación es muy libre. En la novela gráfica original, Adele está muerta ya en la primera página y toda la historia es un gran flash back basado en los diarios personales de la protagonista, leídos por su amante de pelo azul, Emma. Aunque el primer capítulo de los dos en los que se divide la película, la vida en el instituto y en la casa familiar es muy literal, sigue fielmente el cómic original, la manera en que acaba esta parte no lo es tanto. En el cómic original, cuando las dos amantes están compartiendo habitación e intimidad bajo el techo de sus muy tradicionales padres, son descubiertas y arrojadas prácticamente a la calle por practicar sexo pecaminoso. Esto en la película se nos ha evitado. Y toda la segunda parte es bastante más libre respecto al cómic. Kechiche ha buscado otra forma menos drástica de contar la historia. Por eso, Julie Maroh, la autora del cómic, dice que no siente como traición la libertad del director con su novela gráfica, pero dice que es otra cosa diferente. Sí que se siente traicionada en la libertad con la que Kechiche graba las escenas sexuales. Las considera demasiado explícitas y morbosas. Considera que un director y dos actrices heterosexuales no pueden transmitir la homosexualidad, por mucho que se esfuercen. Por otra parte, también se queja de que, aunque le invitaron a Cannes, Kechiche acaparó todo el protagonismo y ella no tuvo su momento de gloria.
Todo lo anterior, que no es más que intrahistoria de la película, no tiene demasiada trascendencia, porque la película es memorable. Y eso que la paleta del director tiene muy pocos colores. Planos muy cortos del rostro de Adéle, muy próximos, en los que se ve cada pliegue, cada gesto, cada brillo en la mirada. El director dice que le gusta esa proximidad, esa cercanía, aunque sea en las escenas de comida o, cómo no, en las sexuales. Se capta cada emoción. Uno queda cautivado en una película de primeros planos. Quizá así se entienda que el director francés necesite perfección en cada toma. Porque no hay nada que resalte más que una imperfección en plano corto.
Las tres horas que dura la película no son pesadas. Aunque es lógico que durante 180 minutos, aunque sólo sea porque el cuerpo reacciona al estatismo de la pantalla grande de formas muy variadas, la película tiene altibajos. Para mi gusto la sutura entre la vida adolescente y la vida adulta, marcada con una gran elipsis, me saca ligeramente de la película. Pero, afortunadamente, la historia vuelve a recuperar el pulso rápidamente y nos lleva con su palpitante ritmo hacia un final mucho más abierto que el del cómic original.
Jmpg2012
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