Cine negro del bueno: poli apuesto y duro, mujer guapa y sospechosa, amante apuesto y sospechoso, culpable inesperado y con garra, crimen pasional, pitillera de oro, mujeres americanas elegantes, cigarros hasta el cáncer de pulmón, hombres con americanas elegantes, cubatitas mientras se está de servicio, y una escena fantasmagórica incluida donde una muerta vuelve a la vida, justo en el momento en que la duda acecha más al espectador. Laura está ya potente desde que se la entrevé en el cuadro, inocente femme fatale de labios sabrosos. La trama es sólida y uno llega al final sin sospechar de nadie en concreto o de todos en general, como mandan los cánones. Los diálogos son una delicia de ingenio, paradigma de un estilo desgraciadamente demodé. Ninguna pega, todo cine.