Tras la conmoción de la crisis del 29 cunde la sospecha y una epidemia de desconfianza sustituye a los "felices años 20". La mirada de los estadounidenses a sus instituciones se torna descreída y recelosa. Evidencia la nostalgia de un pasado reciente que se ha evaporado. Frank Capra emplea ambos elementos para fraguar una experiencia catártica que durará el tiempo que estemos sentados en nuestras butacas ante la pantalla: La ideal democracia del pasado se ha convertido en plutocracia pero un hombre del pueblo se enfrenta y denuncia la perversión actual del sistema para que retorne de nuevo la democracia ideal. El triunfo de la luz frente a la oscuridad, la felicidad acompaña a los virtuosos, la virtud resplandece, nacionalismo con clarines, el tiempo queda abolido porque los "años locos" regresan de nuevo.