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España España · Barcelona
Voto de Scott:
10
Drama. Romance Irlanda, 1916. Cuando Charles (Mitchum), un maestro rural viudo, vuelve de Dublín a su aldea natal, Rosy (Sarah Miles), una muchacha muy impulsiva, se encapricha con él y no parará hasta llevarlo al altar. Pero el matrimonio fracasa: Charles es un hombre maduro y sosegado mientras que su esposa es una joven muy apasionada y romántica que acaba enamorándose de un oficial inglés con el que se ve en secreto. (FILMAFFINITY)
7 de diciembre de 2012
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
El título de esta película, a priori, puede sugerir muchas cosas, ya que en un principio no sabemos a qué género pertenece. Cuando comenzamos a verla encontramos tantas cosas diferentes en ella...
Para empezar, diré que lo más importante es el paisaje, la costa irlandesa es la protagonista absoluta de la película, un actor difícil de filmar, pero que no se queja ni cobra un sueldo.
Luego tenemos a Robert Mitchum, fantástico en este papel, donde no interpreta a ningún malvado, sino a un abnegado maestro de escuela con una vida tranquila y apacible, y con una honradez a prueba de bombas.
Hablando de bombas, en tercer lugar encontramos a un joven amante, un joven militar, con un alma torturada por la guerra, cojo y taciturno, que llega al pueblo para recuperarse de una psicosis de guerra ( guapísimo Christopher Jones).
Estos son los tres puntales de la película, que la sostienen y le dan vida, pero además tenemos el eje del conflicto: la señorita Rose (Sarah Miles), una mujer caprichosa y mimada por todos menos por el cura del lugar (magnífico Trevor Howard), que le canta las verdades (y siempre acierta). Rose se encapricha del maestro, creyendo que la vida de casada la sacará de la rutina, pero resulta para ella un decepción, pues no encuentra en su bondadoso marido la pasión que busca en la vida. Y a partir de aquí tenemos una fascinante historia de adulterio con el mayor Dorian, que, aunque resulte extraño teniendo en cuenta su alma torturada y su cojera, es un hombre apasionado y en quien por fin Rose encuentra la pasión que anhela.
Sin embargo, Rose no es una mala persona que quiera enfrentarse a su marido, puesto que le agradece lo bueno que es con ella, y es entonces cuando empiezan los remordimientos para la pobre Rose, que se verá despreciada por la gente del pueblo al haberse vinculado a un inglés, y a su juicio al haber traicionado a su pueblo, además de a su marido.
El maestro, tiene una reacción típica de un hombre honrado, y, aunque está dolido por la traición, es comprensivo y confía en la resolución del conflicto. Comprende que su mujer prefiera a un hombre más joven; ya suponía antes de casarse que su matrimonio no funcionaría.
En definitiva, película sumamente hermosa en el tratamiento del tema, (el adulterio y la insatisfacción matrimonial fruto de los caprichos de una mujer joven y mimada, que sin embargo intenta ser una buena esposa).
Sorprendente el tratamiento de las escenas íntimas, teniendo en cuenta que fueron rodadas en una fecha tan temprana como 1970; aún más sorprendente ver a Mitchum en una situación semejante. Tengo que decir que estas escenas resultan mucho más atractivas que las rodadas hoy en día.
El personaje de Michael, aporta el unico elemento rudo y desagradable al film, que podría ser prescindible a mi juicio, y destaco la actuación de Trevor Howard como el áspero sacerdote irlandés.
Scott
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