Cuando fui a ver "El bola" y se acabó la película alguien en la sala dijo "¿Ya se acabó? ¿Y el drama final?" Lo mismo opino sobre esta película, muy famosa en su época por el tema que trataba, que retrata de forma realista pero simple el tema de los maltratos por lo que solo en escenas aisladas se refleja el ambiente tenso real de una relación tóxica.

Dado el tema que trata y que visibiliza no podía darle menos que una alta nota. Y a pesar de todo, de los dos protagonistas te acordarás siempre, porque Laia Marull está bellísima y Tosar sabe poner la cara de un maltratador tipo.

Tiene aciertos como meter el mundo del Arte porque ella trabaja de explicando lienzos de clásicos como el Greco en Toledo, donde en representaciones de cuadros salen escenas míticas donde se naturaliza el maltrato contra las mujeres a lo largo de la historia...pero el tono general de la historia necesitaba más dramatismo.

El casting fue buenísimo pero los actores están desaprovechados ,igual que el guion, la banda sonora casi inexistente y hasta el maravilloso paisaje de Toledo. Laia Marull haciendo de Pilar no tiene un gesto ni un comportamiento "peculiar" suficiente de sufrimiento como habíamos visto por televisión de mujeres auténticamente maltratadas. (Años después se hizo famosa televisivamente en España la maltratada Juana Rivas y te dabas cuenta en un solo minuto con solo verle la cara y el tono de voz de las historias que contaba que aquello sí era una mujer inestable).

Luis Tosar como Antonio que pone el gesto de maltratador "hasta cae bien" decide ir a un terapia de grupo contra el maltrato, no es tan manipulador como debería ser y las tres escenas de maltrato brutal explícito salvo una que en la que impacta de verdad cuando desnuda a su mujer y la pone en el balcón no tienen una gradación suficiente y por tanto llegan abruptamente al espectador.

Las escenas en que el maltratador habla con su psicólogo diciendo cosas obvias humanizan al maltratador pero creo que también lo simplifican mucho, no reflejan la perversidad típica del maltratador que culpa a la víctima, sino éste admite su culpa.

Los diálogos suenan sinceros pero apenas tienen grandeza ni trascendencia. La actitud de Candela Peña como hermana de la maltratada aunque la anima a dejar a su marido es ambigua, porque lo normal sería que la ayudaras activamente y que te quejaras a la vez, y que cuando ella decide después de los primeros maltratos volver con su marido lo psicológico sería primero dejarla a su vez y después arrepentida ayudarla cuando la situación se volviera insoportable.

Otro defecto es que todo el mundo es bueno en esta película y usa argumentos buenistas poco realistas, hasta la madre Rosa María Sarda cuando aconseja a su hija que vuelva con su marido o que haga las paces con su hermana usa argumentos simplones o casi no usa, sin darse cuenta de la gravedad de las cosas.

Luis Tosar en su momento hizo unas declaraciones famosas diciendo que le costó mucho hacer de maltratador, pero ni es retorcido, ni excesivamente manipulador, ni malvado. Necesité ver y escuchar más violencia explícita para sentirme en el hogar...de un maltratador. Una película así tiene que ser mucho más desagradable.