Muy recomendable.

La comedia española de los 80 por lo general fue vitalista, optimista, se esforzaba demasiado en ser comercial, llena de color pero también un poco simplona, ingenua, con tramas sentimentales tontas, y tenía como miedo a defender cosas que hoy nos parecen obvias, no sé si porque había una parte de la población que era heredera mentalmente de la moral franquista o por qué.

Además los actores personajes mediáticos histriónicos españoles de los 80 como Gurruchaga, Antonio Resines, Massiel, Wyoming, o Ana Obregón...

Esta comedia ya era así en su época pero no ha envejecido nada salvo la moda exagerada y vitalista con sus hombreras y sus colores chillones. Esta película tiene todas las virtudes de la comedia madrileña de los 80, dejando muy en evidencia los prejuicios, y consigue tratar temas de forma sincera como las enfermedades venéreas, las corruptelas políticas, las drogas o la promiscuidad, pero sobre todo vistos desde el humor y la ligereza.

Aunque lo haga con un toque naif que le pone Verónica Forqué consigue ser sincera y conservar un buen tono de comedia. Hubiese preferido a otra actriz que hiciera un papel de inocentona-tonta más pícara

Las interpretaciones son muy buenas, hay quien criticara que muchos de los actores se interpretan a si mismos, pero congenian bastante bien con sus personajes, recoge las formas de hablar de la época sin dar vergüenza ajena y tiene una trama por lo menos consistente.