Es una buena muestra de lo mejor del típico cine televisivo de los 80: artesanal, con buenos diálogos aunque a veces peca de buenista y un poco de maniqueo, con personajes con procesos emocionales, momentos épicos que quizá vistos hoy den vergüenza ajena o una profunda empatía humanística.

Tiene muy buenas escenas que se quedan en la retina, y la introducción musical melodramática es antológica.

Supongo que será porque la vi de niño y tengo muchos recuerdos emotivos, que aunque reconozco que es una serie muy entretenida, también es muy "manipuladora" para conseguir los efectos de heroicidad, de inquietudes de justicia social que se veía mucho en el cine y la televisión de los países latinos que no sé si está metido con calzador.

Cuánto más nos alejamos más notamos también a pesar de la profundidad de los retratos, su ingenuidad psicológica (por ejemplo se representa a Cavour como un burócrata indolente encerrado en su piso de lujo esperando que el gran libertador Garibaldi le haga el trabajo sucio en el Sur de Italia) pero sigue llegando con el uso y el abuso de las emociones, del patetismo o de la heroicidad de los soldados que mueren por un ideal.

Franco Neri fue un actor muy famoso en España con presencia televisiva, pero quitando esta serie y alguna película suelta no recuerdo ninguna obra más suya. Una serie que seguro que no olvidarán los espectadores que tengan más de 45 años.