Mis sensaciones con esta película son contradictorias, a ratos absurda y a ratos genial, se trata de un indigesto pero descojonante refrito/homenaje de pulp oriental, artes marciales, comic, magia negra, mafia china, espíritus, ninjas, todo en clave de western, con Kurt Russel haciendo de vaquero contemporáneo, que conduce un camión en lugar de un caballo, y luchando contra seres de la antigua mitología china.

El film fue totalmente masacrado por la critica y el publico le dio totalmente la espalda, y para Carpenter la broma le costo volver a la serie B y despedirse casi para siempre de manejar grandes presupuestos.

Los escenarios y efectos especiales son fabulosos y ahí se nota el gran presupuesto de la cinta, pero es tal el bizarrismo, la desmesura y la ida de olla de Carpenter que a veces se hace difícil de digerir tal explosión de imágenes y mas servidas con un guión que en mi opinión no esta terminado de pulir y hace aguas en algunos puntos. La película no es más que la típica ochentera de acción y ostias, ahora bien, ese punto exótico, fantasmagórico, delirante y caótico la hace única, gozosa y absolutamente irresistible. Su cachondo sentido del humor, sus personajes, su trama gamberra y que en ningún momento se toma en serio a si misma, la hacen una experiencia difícil de olvidar.

Antes de que Tigre y Dragón diera a conocer los karatekas voladores al gran publico y les sacara del pozo de la serie B mas demencial, antes de que Tarantino hiciera sus cockteles homenajes al cine de Hong Kong mas cachondo, Carpenter dijo aquí estoy yo, este es el cine que me gusta, el cine con el que crecí y voy a hacer lo que me salga de los cojones. La industria nunca se lo perdonó, la critica lo machaco y el publico miró para otro lado, pero la película es totalmente adelantada a su tiempo, y creo que precisamente por eso, no comprendida en su momento pero recordada y reivindicada hoy en día como una joya y autentica cult movie.