Disney ha apostado fuerte y le ha salido bien la jugada de crear un hermoso cuento a la vieja usanza aunque, eso sí, adaptado a lo que se espera hoy en día en una historia de princesas. Durante meses, la factoría anduvo ocultando la trama principal de la película para conseguir atraer a la parte masculina infantil que, posiblemente, ha acudido casi en la misma proporción que las niñas al cine. Significativo fue el primer tráiler en el que, entre unas imágenes de excelente factura, parecía que nos íbamos a encontrar con una película de la saga de Ice Age. Pero no.

Frozen es una historia clásica, no en vano es de Disney, pero con importantes novedades. Los personajes femeninos se convierten en protagonistas y heroínas, con toques humorísticos y dramáticos. Hablamos de Elsa y Anna, dos hermanas que, separadas a su pesar, se enfrentan a un trágico destino que no ha sido causado por ningún villano. Disney quiere mantener su imagen de marca, ya renovada con la encantadora Enredados, a la que seguramente supera Frozen, todo ello enmarcado en una hermosísima animación digital en 3D.

Nos encontramos ante una película dual en muchos sentidos. En primer lugar porque tiene dos partes claramente diferenciadas. En la primera nos hallamos inmersos en un musical, en el que predominan las escenas cantadas que nos introducen en la historia y en las características de los personajes. La segunda parte, por el contrario, es una película de aventuras, sin apenas canciones. Es decir, que se abstengan de venir a verla los que no gustan de este tipo de cine.

También es dual porque, como se ha dicho, el film tiene dos protagonistas femeninas, hay dos muchachos prestos al rescate, dos personajes cómicos, papel reservado a Anna en la primera parte y que luego será ocupado por el simpático muñeco de nieve Olaf; y por último, más de un malvado suelto. Por cierto, el muñeco es un gran acierto. Encanta a los niños y nunca, nunca resulta pesado. Comparte además una tierna escena con Anna que te parte el corazón.

Pero lo novedoso de la película es la complejidad de la trama, no habitual en el cine de animación. Es una historia de soledad en la que se hace daño sin querer, incluso cuando se intenta evitar, y es también, una bonita historia de amor. Todas y cada una de las escenas en las que aparecen juntas Elsa y Anna tienen una carga emocional intensa. El misterio que las separa, y que solo Elsa y nosotros mismos conocemos, nos hace sufrir por las dos. Elsa es posiblemente el personaje de animación más dramático que conozco pero ojo, que también estamos hablando de una película para niños, con una serie de guiños y chistes para agradar al público infantil. Precisamente la facilidad con la que la película se desliza del drama a la comedia es un punto a favor de su montaje.

Frozen es también un musical excelente. "Let it go "(Libre soy/Suéltalo) es candidata al óscar a la mejor canción y su video tiene ya (escribo a incios de febrero) más 80 millones de visitas en YouTube. "Do you want to build a snowman" (Y si hacemos un muñeco/Hazme un muñeco de nieve) es simplemente magistral, con una sucesión de escenas que nos trasladan de la infancia a la juventud de las protagonistas con un final que te provoca un nudo en la garganta. La banda sonora de Christoff Beck realza perfectamente todas y cada una de las escenas aunque debido a que estamos pendientes de lo que ocurre en la pantalla, no le prestamos quizá la debida atención.

¿Y qué decir de la animación? Pues simple y llanamente que es perfecta. La nieve, el hielo, la luz que ilumina el palacio de Elsa, el pelo, la textura de las telas…. Todo ello sigue la estela de Pixar que transformó la animación digital creo que definitivamente. Ahora bien, la imagen de las protagonistas parece más una herencia de la estética “manga” del estudio japonés Ghibli. Una de las películas de este estudio, "Se levanta el viento", compite precisamente con Frozen por el óscar a la mejor película de animación.

Por supuesto, la película no es perfecta entre otros motivos porque cada cual considera diferentes puntos fuertes y puntos débiles. Quizá ya habrán leído comentarios de lo simpático o lo insoportable que resulta Olaf. Hay quienes destacan la primera parte de la película mientras hay otros que reniegan de ella. Algunos opinan que falta el villano clásico mientras hay quienes opinan (yo me encuentro entre ellos) que puede no ser necesario. En fin, hay que verla y que cada cual se sitúe donde se encuentre más cómodo.
.
Para finalizar, quiero decirles que me resultó encantador escuchar los aplausos de los niños al finalizar la película mientras los adultos sonreíamos porque nos lo habíamos pasado muy bien. Pero si van sin niños, por favor, véanla en versión original. Como todas las películas, por otro lado…