El que pega el salto huyendo de los langostinos no cae por casualidad en una Alemania que no se hunde y que no en vano será capaz de animarle a una vida nueva.
La que se queda en el agujero español hilvana pérdidas y encima se lo dedica todo a un muerto.
Los dos eligen.
El uno elige con desprecio de su pasado pero con aprecio de su futuro, la otra a la inversa. Dos formas de coherencia, la de Candela es la del hidalgo, impotente.

Luego pensé que la mantis es famosa por comerse al macho. Así que aquí tenemos otro curioso tinte no tan obvio....
la verdad es que hubo una cosa que me chirrió un montón, ese quedarse fijada en la frase "lucharé por tí". Toda una expresión de invalidez.

Si lo miras bien, un tema tabú (de lo que no se puede hablar, mejor callar..... y no se puede hablar porque nadie lo entiende) como es la muerte de un hijo, la Coixet lo ha convertido en un revelador de lo que hay en esa mujer, una gran capacidad de pathos, pasión pasiva, muy de la virgen de los dolores... un agobio y un coñazo (nunca mejor dicho).
No me parece mal esa autocrítica antifeminista.