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Voto de Archilupo:
6
Drama Durante un control aduanero en la frontera canadiense, Raffi (David Alpay) declara que sólo lleva material para una película que se está rodando en Toronto. Sin embargo, un funcionario llamado David (Christopher Plummer) sospecha que miente y lo somete a un interrogatorio que se convierte en un examen psicológico que revela episodios conflictivos de sus respectivas vidas. Raffi, de origen armenio, vive obsesionado con el recuerdo de su ... [+]
12 de diciembre de 2009
21 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
1) Créditos iniciales sobre planos-detalle del estudio de un pintor: Arshile Gorky joven, elaborando “El artista y su madre” a partir de foto.
Pintor y cuadro son centrales en una superproducción del ficticio director Saroyan en Turquía, drama épico sobre el genocidio armenio. Coincidencia, una profesora da un ciclo sobre ese cuadro, a su vez pieza estelar de una retrospectiva de Gorky, pero sólo con obras de aprendizaje, figurativas.
Tanto cuadro como foto existen, y en el film el tratamiento de su creación es experto, de primera.
En la obra de Gorky (nacido Vostanig Adoyan pero se cambió de nombre y se fingía pariente de Maxim Gorki) ese cuadro influido por Cezanne y Picasso tiene valor muy secundario. Gorky fue fundador del Expresionismo Abstracto, la apuesta americana para competir con las vanguardias europeas.
La presentación sesgada del personaje responde al forzamiento general del argumento.

2) Egoyan suele desplegar un mundo propio. Sus seres tienen vínculos ambiguos, abren sus mentes en raros discursos. Mezclando tragedia y sensualidad da su toque de incertidumbre, acrecentado por los saltos temporales que entrecortan el relato. Así ha cargado de misterio intrigas psicológicas como “El liquidador” o “Exótica.
El compromiso con la causa armenia le lleva a cambiar en “Ararat” al registro épico para ocuparse del genocidio perpetrado por los turcos en Anatolia.

3) Un veterano policía interroga en el aeropuerto de Toronto a un viajero: Raffi, joven de origen armenio que trae de Turquía sospechosas latas de películas. Con toda paciencia, escucha explicaciones sobre esos rollos y la película de Saroyan, en la que Raffi participa como ayudante; sobre el argumento y los tenebrosos acontecimientos que busca testimoniar; sobre la huida de Gorky niño...
Durante el examen psicológico, un cursillo de historia armenia.
¿Por qué sin límite de tiempo, extrañamente? Sufre el policía la incomunicación con su hijo (cuyo novio es de otra religión), y la actitud del interrogado le remueve el conflicto. Este dilema del inspector, con la sinceridad y lo ético en juego, interesa.

4) Ver, nada más empezar, al armenio Aznavour contando con tal sentimiento esa historia de la granada que simboliza éxodo y madre patria, lleva a preguntarse si viene una obra nacionalista, de inspiración condicionada por la vindicación histórica.
Pues sí: en la primera película del autor centrada en la conciencia colectiva, lo épico tiene aliento indeciso, y asoma el maniqueísmo. Las escenas de masacres pecan de obvias. Aparte su valor propagandístico, restan valor estético. Egoyan subordina su talento al servicio de una causa. A pesar del insistente recurso al cine dentro del cine, la inserción de lo histórico en lo vital es débil y forzada. A ratos desaparece el pulso habitual, aunque la calidad técnica nunca se pierda.
Porque, pese a todo, estamos ante un gran director. Queda claro que también es un buen armenio. Y que la épica no es lo suyo.

(6,5)
Archilupo
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