Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Archilupo:
7
Drama. Romance Es invierno en Buffalo, Nueva York. Billy Brown acaba de salir de la cárcel después de cinco años tras una apuesta poco acertada que no pudo pagar. Sin embargo, ha engañado a sus padres diciéndoles que trabaja para el Gobierno en un importante proyecto y que está casado con una preciosa joven. Desesperado por impresionar a sus padres, y sin esposa o novia de ninguna clase, Billy rapta impulsivamente a Layla y la obliga a representar el ... [+]
3 de febrero de 2009
50 de 64 usuarios han encontrado esta crítica útil
1) Según se dice en “A Chorus Line”, suicidarse en Buffalo es una redundancia. No parece lugar paradisíaco.

El comienzo es clásico: a la puerta de un desolado presidio, un funcionario despide secamente a un recluso que en ese momento deja de serlo. Cae la nieve y el tipo viste vaqueros y una cazadora ligera. Aterido, nadie ha ido a esperarle.
La película apunta a drama duro, puede que tremendista, pero la impresión no tarda en desvanecerse: Billy Brown (Vincent Gallo) ha olvidado hacer sus necesidades menores y llama a la puerta recién cerrada a sus espaldas, a ver si le permiten usar los servicios. Pues no, son sólo para “residentes”.
Así que durante un rato Billy caminará por las aceras contorsionado, en visible apuro, buscando dónde vaciar la vejiga, hasta encontrar el sitio (!): una academia femenina de danza. De paso, secuestra a una alumna con coche (Christina Ricci), dispuesta a dejarse empujar y gritar sin oponer resistencia alguna; dispuesta hasta a pasar por esposa feliz durante una visita a los zumbados padres del expresidiario.

2) Las de la visita son escenas de personal ajuste de cuentas, cargado de una ferocidad satírica delirante. Los padres mantienen una comunicación de besugos, hablando entre ellos en claves privadas, como si el desesperado hijo fuese estatua o alienígena.
La madre (Anjelica Huston), fanática del fútbol, lo sigue apasionadamente por TV, pasando de todo lo demás, también del padre (Ben Gazzara), que se arrima rijoso a la supuesta nuera y ante ella imita en playback a un ‘crooner’. En todo momento parece a punto de explotar como un loco iracundo. La chifladura familiar obliga a una persona vegetariana a comer callos “por educación” y justifica el trastorno de Billy, quien en cadena maltrata a su amigo Bobo como lo maltratan a él. La carencia afectiva está generalizada.

En detalle de inventiva técnica, varios recuerdos infantiles aparecen en un cuadro central, con característica textura de tomavistas Super8.

3) En otros registros narrativos, dentro siempre de una tónica vehemente, un flashback revela qué apuesta calamitosa condujo a la cárcel, y el porqué de un urgente plan de venganza. Se hace sitio también una línea argumental romántica, reflejando sentimientos amorosos tan extravagantes como el desenlace.

4) En su primer largometraje, Gallo lo hace todo: dirige, escribe un guión con bastante inspiración autobiográfica, rueda en la que fue residencia familiar, compone la música e interpreta a un protagonista que acapara la mayor parte de los planos. El despliegue es intenso, y en cierta forma meritorio, pero acaba condicionando el resultado, al impregnarlo tan abrumadora y monográficamente con su personalidad, y escorar más de una vez la independencia hacia el egocentrismo.

Interesante sobre todo por su insolencia.
Archilupo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow