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Voto de Archilupo:
8
7,3
2.616
Documental Fernando Fernán Gómez nació el 28 de agosto de 1921 en Lima (Perú), durante una gira de su madre, la actriz Carola Fernán-Gómez, con la compañía teatral María Guerrero-Fernando Díaz de Mendoza. Todo el mundo conoce sus decisivas aportaciones como actor, escritor y director de cine. Sin embargo, sólo unos pocos privilegiados conocen hasta qué punto Fernando, sentado en una silla, es capaz de convertir una charla en algo más que una charla. (FILMAFFINITY) [+]
1 de noviembre de 2008
25 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
La voz de Fernán Gómez llena la película. En lo acústico, su tono, timbre y sonoridad son vigorosos y claros. Es potenciada con inflexiones y recursos de veterano actor que proyecta, pronuncia y articula con cadencia inmejorable, natural y sin afectación. Y lo que tan rica voz dice, las vivencias, relatos y opiniones que le dan calibre, la honda cultura que palpita en sus modulaciones, los valores que reverberan, la noble experiencia artística aglutinada para brotar con autoridad independiente y con genialidad, envuelta zumbonamente en sarcasmo, todo eso llena y rebosa la duración entera del film.

Despliega la voz su recital de talento mientras el paisaje del rostro octogenario, filmado en plano corto contra fondo oscuro (mira siempre a un punto a nuestra izquierda), registra tenues variaciones en la luz plateada de los ojos, el fruncimiento del ceño, las flexiones de los labios y sus comisuras, la palpitación de las aletas de la nariz, la intermitencia de las barbas, el repentino desorden de la cabellera, la hinchazón de los poros, el enrojecimiento de las cicatrices…
Un vivo rostro cuya versión infantil aparece intercalada en fotos; la juvenil, en breves secuencias de películas y noticiarios.

Avanza el poderoso monólogo y derrama sabiduría al evocar el hambre de Madrid sitiada, la miseria de la posguerra, la bohemia del cómico sobreviviente, la acuciante búsqueda de compañía femenina, el noctámbulo ir cerrando garitos y empapando alcohol a la salida de la función… La pasión por la lectura y la devoción por Víctor Hugo, el ostracismo de Buñuel (para FFG, el más grande) y el inexplicable vuelo alicorto del cine nacional… Reflexiones sobre la mentalidad española, sobre la endémica envidia, que es en realidad menosprecio de la excelencia… Y un lamento por no haberse comprometido más con sus convicciones libertarias.

Opiniones siempre singulares, presentadas entre inesperados matices personales, con frecuencia desconcertantes al amalgamar ideas y relato concreto. Son décadas de oficio en todos los puestos del teatro y el cine (escritor, actor, director)*, experiencia acumulada que se destila como whisky añejo [‘agua de vida’, en gaélico] ante la cámara para que la magia del cine lo transporte a salas, locales y habitaciones, hasta retinas deslumbradas y agradecidas.

Fernando Fernán Gómez, figura titánica del cine español, se queda a vivir en él gracias a la artística justicia de esta película.
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(*) “El extraño crimen”, “Las bicicletas son para el verano”, “El viaje a ninguna parte”, “El espíritu de la colmena”, “El anacoreta”, “Stico”, “El tiempo amarillo”, etc., etc., etc., etc.…
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Archilupo
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