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Voto de Archilupo:
7
Drama Juha es un granjero casado con Marja, una hermosa mujer mucho más joven que él. Un día, un hombre de negocios llamado Shemeikka, cuyo coche se ha averiado, llega a su casa para pedir ayuda. Mientras Juha repara el automóvil, Shemeikka intenta convencer a Marja para que se escape con él a la gran ciudad, prometiéndole riquezas y una vida llena de emociones. (FILMAFFINITY)
31 de julio de 2008
32 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
[1] A la vuelta de un concierto punk-rock, ante su biblioteca Aki Kaurismäki piensa en adaptar otro clásico.

A la vez, en el Empíreo, Panteón de Escritores Ilustres, cesa el murmullo de las obras inmortales: expectación inquieta.

En su casa, Kaurismäki se adelanta hacia las estanterías y con el índice saca un libro.

—¡Ay! –se oye en la zona de Glorias Finlandesas del Panteón.
Juhani Aho (1861-1921), escritor nacionalista, cantor de la vida rural y denunciador de la urbana, amigo de Ibsen, ha empezado a temblar. Su novela predilecta, “Juha”, ya ha tenido en el cine tres versiones, siempre respetuosas. Pero ahora… (gemido)
Los augustos espectros de Shakespeare, Dostoievski y Murger se acercan flotando a consolarle. Le palmean su hombro astral.
—Míralo por el lado bueno, Juhani. Va a desfigurar tu novela, sí, pero a cambio se hará famosa entre los minimalistas.
—Yksi, kaksi, kolme, neljä... (Aho empieza a contar hasta cien mil.)

El eco de la serie numérica finlandesa permanece entre los jirones de niebla rasa.

[2] Kaurismäki presenta su “Juha” como ‘la última película muda del siglo XX’. En realidad tiene banda sonora, aunque los pocos diálogos se ofrezcan en intertítulos. Incluye ruidos y canciones de actores, y una sinfonía compuesta por Tikanmäki, que evoca al pianista acompañante de la proyección.
El ejercicio estilístico (que de paso parece ajustar cuentas con la profesora de literatura) recrea las estéticas arcaicas del cine mudo y la novela original, en clave de juego paródico, zumbón.

=Estampas de aldea:
-En una moto con sidecar, una robusta pareja de campesinos lleva al mercado un cargamento de berzas enormes y lo venden todo, llenos de contento, felices como niños.
-A la casita se acerca desde la ciudad un tipo trajeado, en deportivo de dos plazas. Bebe de una petaca que lleva en la americana a cuadros. Encandila con mundanas maneras de seductor.
-Si la campesina se enfada no cocina: calienta los platos en el microondas y lee revistas en pose respondona, de lado en el sillón.
-El campesino agarra tormentosas melopeas.
-La capital son antros donde jugadores de póker fuerzan a trabajar a mujeres de párpados hinchados.
-Juha es de los que afilan el hacha si se enfurecen.

La parodia es desenfadada, ágil, estruendosa. Y relativa: alguna mirada directa de los actores a cámara suspende la chanza, dejando aflorar el fondo dramático.

=En esquema:
La arcádica felicidad de una pareja de sencillos campesinos se ve perturbada por persona procedente de la ciudad, frívola, portadora de corrupción. La urbe es mundo frenético, nocturno, saturado por vehículos veloces, donde multitudes corretean de estaciones a oficinas sin conocerse, y el peligro acecha entre fiestas, luces y…

[3] Amanecer. Panteón de Cineastas Ilustres. Unos nudillos ectoplásmicos golpean el mármol....

—Murnau, ¿estás ahí?
Archilupo
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