En una era donde las adaptaciones de superhéroes son oscuras, profundas y con una trama compleja, nos llega Supergirl, una serie que de no estar rodada en HD y en panorámico (vaaale, y unos efectos digitales más avanzados), diría que la han sacado de los 90, a lo Xena.

Supergirl es lo que es, una serie sencilla, con una trama entretenida y unos personajes con los que en seguida empatizas. La estructura de cada episodio es muy simplona pero funciona; trama central y enemigo nuevo en cada episodio.

La serie luce escenarios coloristas y efectos especiales un pelín justitos, pero también tiene sus fortalezas como la profundidad de algunos secundarios, la progresión en la trama central que te va enganchando, alguna aparición estelar del mundo de DC y sobre todo Supergirl. La actriz es sencillamente perfecta, combina la fortaleza con la inocencia (recordándonos a nuestro querido Superman de los 80). No voy a hablar de la belleza de la actriz porque salta a la vista, pero sí quisiera destacar cómo la misma, Melissa Benoist, ha hecho suyo al personaje y sinceramente, no me imagino a otra Supergirl. Mención especial a la bien llevada evolución de los personajes de J'onn J'onzz y de Cat Grant.

En conclusión, si quieres ver una serie sencilla, entretenida y eres fan de los superhéroes, probablemente esta Supergirl te conquiste el corazón.