Y no lo haré con algo para lo que no estoy preparado, tras arduos intentos conste, ese algo es verborrea y tocho, yo solo diré lo que he visto y poco más.

He visto al Scorsesse decidido de las grandes ocasiones dirigiendo con nervio a un Di Caprio en el pináculo de su carrera, un tío enorme capaz de sorprender en cada papel y al que ningún desafío se le viene grande. Lo hace en una película potente, agresiva, rápida y algo arriesgada pero sobre todo cazurra y desfasada con un reparto pletórico (muy destacables Kyle Chandler y Mathew McConaughey, que en unos pocos minutos está fantástico) y que retrata una realidad escabrosa (y muy triste) con algunos pases que rozan incluso en lo onírico… Añadiendo que de paso te echas unas buenas y maliciosas risas y pasas unas tres horas realmente entretenidas pese a que en su último tercio pierde un poco de fuelle… Quizás como un resacoso después de una despedida de soltero en Las Vegas, cuando llega el final ya no es tan divertido.

Dos escenas que me parecen de lo mejor hecho en cine en los últimos años, cuando Belfort se “deschava” en el avión, es sencillamente el culmen de su desenfrenada bacanal y cuando aparece jugando al tenis, esta no sé muy bien por qué… quizás por su inocente sencillez en tan crudo relato de pirada de olla. Sin duda una de esas películas geniales que de vez en cuando iluminan y alegran las carteleras.

P.D: Quiero dejar claro que me identifico con el personaje de Chandler, el del FBI… Yo siempre era el poli en Ladrones y Polis y porque así no tendría que ponerme un micro