Con el tiempo lo he visto claro.
Me tomé la pastilla (una Juanola) y he visto la genialidad que nos vendieron los hermanos Wachowski.
Nos venden durante las tres películas que si tiene cosas filosóficas, temas religiosos y sociales hasta el punto que deja vacía de contenido una ponencia del maestro Punset.
Es cierto que lo tiene, ese espíritu de William Wallace para luchar por nuestra libertad marca el fondo de la obra. El fondo pero no la forma.
La forma, y por lo que será recordada, es un aspecto visual impresionante con unas peleas que han marcado un estilo. Repito que el argumento está muy bien trenzado pese a momentos de "tú eres el elegido y lo puedes todo pese a tu cara de pescado hervido joven Neo".
Y es que Reeves tiene suerte o mejor dicho un buen agente ya que no se cansa de mostrar su escaso registro. Lo de su parálisis facial ensombrece a la del amigo Stallone. Además de tener un personaje poco carismático.
Pero los hermanos Wachowski supieron tapar eso con el mejor personaje de la trilogía. Morfeo (Laurence Fishburne) es el alma de este producto y donde se puede ver como en cada una de las películas cambia su rol (maestro-líder-soldado).

En conclusión es una obra que ha marcado una época por sus escenas, su fotografía y su guión. Imprescindible pese a que la mejor es esta primera parte con diferencia.