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4
5,3
6.265
Acción. Thriller
Lydia, una joven de 16 años, es acusada de haber robado una fortuna a un cártel, pero en realidad es una trampa fraguada por su novio traficante. La chica tiene que escapar con el único aliado que tiene en el mundo: su padre, John Link, un eterno fracasado, antiguo motero rebelde y ex presidiario, que se verá en la obligación de vincularse nuevamente con un pasado del que huía para poder salvarla. (FILMAFFINITY)
1 de marzo de 2017
0 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Que tramposos han sido en esta película y como les ha funcionado.
La realidad, en formato express, es una película de un papá chungo rehabilitado que se ve en problemas por su hija que es muy malota también. Y no hay más, todo lo que puedas imaginar de como se va a desarrollar es lo que vas a ver en la película.
Pero han hecho trampas y hace que pases por alto lo simple de la obra, las situaciones sin sentido o lo repetido de clichés y situaciones.
La primera gran trampa es ponernos al amigo Mel con pintas de sin techo a través de un desierto. ¿A alguien le suena? Exacto, los nostálgicos (yo el primero) tardamos décimas de segundos en asociarlo a Mad Max.
La segunda es meternos caras conocidas de series populares ("Shameless" y "Me llamo Earl") que quieras que no, te hace gracia.
Todo esto con cierto ritmo y el carisma de el malote papa piquillo nos hace llegar a un final que no solo es predecible, es que Mel... hay Mel... esas caras Mel... esos gestos Mel....ibas bien Mel....
En fin, se deja ver, la vas a olvidar tan pronto termine y para ver a un Gibson mayor en su salsa es infinitamente mejor "Vacaciones en el infierno" (película a la que nomino para peor cambio de título original de la historia).
La realidad, en formato express, es una película de un papá chungo rehabilitado que se ve en problemas por su hija que es muy malota también. Y no hay más, todo lo que puedas imaginar de como se va a desarrollar es lo que vas a ver en la película.
Pero han hecho trampas y hace que pases por alto lo simple de la obra, las situaciones sin sentido o lo repetido de clichés y situaciones.
La primera gran trampa es ponernos al amigo Mel con pintas de sin techo a través de un desierto. ¿A alguien le suena? Exacto, los nostálgicos (yo el primero) tardamos décimas de segundos en asociarlo a Mad Max.
La segunda es meternos caras conocidas de series populares ("Shameless" y "Me llamo Earl") que quieras que no, te hace gracia.
Todo esto con cierto ritmo y el carisma de el malote papa piquillo nos hace llegar a un final que no solo es predecible, es que Mel... hay Mel... esas caras Mel... esos gestos Mel....ibas bien Mel....
En fin, se deja ver, la vas a olvidar tan pronto termine y para ver a un Gibson mayor en su salsa es infinitamente mejor "Vacaciones en el infierno" (película a la que nomino para peor cambio de título original de la historia).