Señor Netflix, sin que sirva de precedente, agradezco que haya creado una película sencilla, boba en el buen sentido y tremendamente entretenida.

Lo que hoy muchos pueden no valorar e incluso despreciar, los años se encargan de colocar en su sitio, y es que ya se sabe aquello de " a veces menos es más".
Igual que muchas obras de espíritu ochentero, aquí tenemos un argumento entre sencillo y tonto, con un perdedor con más suerte que habilidad y haciendo un camino entretenido de principio a fin. Es por esto último que sin duda se merece invertir un rato agradable viendo este apocalipsis dejándote llevar.

Las actuaciones son correctas, los efectos especiales no desentonan y el ritmo no se hace pesado en ningún momento.

Yo siento decir esto pero tal como están las cosas hoy, donde entre agendas políticas, imaginación seca y franquicias quemadas, encontrar un producto fresco y entretenido se agradece mucho.
Te podrá gustar más, te podrá gustar menos, pero puedo asegurarte que al terminar no pensarás como en muchas de las obras actuales que has perdido el tiempo.