Dar un palo a esta obra es lo mas rastrero, ridículo y gratuito que se puede hacer.
Es como si a la persona que se la etiqueta como "bonachón" se le ataca diciendo que no es agresivo. Pero bueno ya se sabe que tontos hay en todas partes.
Es una obra que busca y toca la fibra. Esa que te remueve por dentro. Cierto es que puede usar algunas "trampas" para conseguirlo, pero no por eso lo hace de una forma burda y ridícula como en otras películas.
Sin dudas es la mejor y más lograda crítica a la sanidad americana y de paso le dan un toque a la prensa sensacionalista.
Sumar el coraje y el amor que muestra un padre, en este caso Washington, consigue mantener la tensión durante todo el film.
Además un final a la altura del resto del metraje es la guinda del pastel.
No puedo olvidarme del gran papel que hace Woods y una pena que el gran Duvall tenga un personaje que como mucho se le puede considerar testimonial.