Aquí vienen los dos grandes problemas de esta obra.

1-No es creíble. Ni la actitud del personaje de Cruz ni la del personaje de Kingsley. Sin actuar mal no tienen química en ningún momento. Se ve todo forzado e irreal, desde gestos hasta las conversaciones.

2-La constante intención de adoctrinar. Una cosa es la versión que nos quieren dar del amor a cierta edad y otra bien distinta es que casi sacan un cartel con luces para decirnos: Así sí.

Yo que soy extremadamente insensible, le pido a una obra romántica que me transmita algo, que sienta como real lo que veo y que hasta cierto punto uno pueda identificarse. Nada de esto ocurre.
Lástima que en principio lo que se nos plantea tiene buena intención y los actores cumplen pero lo muestran de forma tan sosa y pedante que pierde todo lo positivo.