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Animación. Acción. Ciencia ficción. Drama
Unos alienígenas mecanizados han invadido la Tierra, obligando a la humanidad a abandonarla. En un último intento por recuperar el planeta, la resistencia humana envía un ejército de soldados androides para acabar con los invasores. La guerra entre las máquinas y los androides se vuelve cada vez más encarnizada. Una guerra que pronto pondrá al descubierto la verdad sobre este mundo... En ese contexto sigue la historia de los androides ... [+]
26 de diciembre de 2022
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
NieR: Automata es la cúspide de toda la carrera del loco incomprendido que es Yoko Taro.
Tras varias obras que han pecado por sus problemas de jugabilidad, rendimiento y poco presupuesto, como sucedió con Drakengard o NieR (2010), este genio japonés, con ayuda de Platinum Games, dieron luz a la que podría considerarse una experiencia única, original e impactante. Finalmente, tras muchos años, Yoko Taro dio en el clavo y logró conseguir hacer exactamente lo que quería, pese a sufrir todavía en el presupuesto.
NieR: Automata cuenta con una banda sonora compuesta por MONACA, equipo de compositores entre los que se encuentra Keichi Okabe. Así pues, es apreciable ese "toque" tan único y característico que se encuentra en su música, la cual se ha encontrado también en Drakengard 3 y NieR.
En cuanto a ambientación, podemos encontrarnos un apartado artístico excelente, con una variedad de zonas que resultan sumamente preciosas y diferentes, provocando que el mundo postapocalíptico que se nos presenta sea muy llamativo.
Además, la jugabilidad es un enorme paso adelante en la franquicia. Con ayuda de Platinum Games (equipo responsable de Bayonetta o Metal Gear Rising), esta vez nos encontramos con un combate mucho más frenético y sólido, con una gran cantidad de armas y combos que probar que harán que nuestros movimientos en pantalla sean muy vistosos e impresionantes.
Finalmente, toca hablar de la historia, la cual se basa milenios más tarde que su predecesora. Nos sumerge en una guerra entre androides y robots, y lo hace de una forma tan repentina que resulta brillante; el prólogo es una de las mejores secuencias de inicio que se podrían ver en este medio al ser sumamente frenética, épica y llena de acción que te deja queriendo buscar más. A partir de ahí, esta obra sabe muy bien cuándo ponerte las partes más tensas y movidas y cuándo frenarse, manejando a la perfección el transcurso que toma sin que sea monótono. A lo largo del juego, se nos presentarán personajes, conflictos y revelaciones que harán que el mundo se sienta vivo, hostil y misterioso.
Asimismo, todo gira en torno a reflejar una gran cantidad de referencias filosóficas y cristianas, razón por la que muchos de los personajes tendrán nombres de filósofos (llegando a imitarles o contradecirles) o procedentes de la Biblia, lo cual resulta muy curioso y divertido (especialmente si tienes conocimientos al respecto) pero al mismo tiempo se convierte en uno de los pináculos principales de la trama.
Los personajes son todos excepcionales. Ninguno dejará indiferente a nadie, y tanto 2B como 9S y A2 son unos de los mejores personajes escritos en un videojuego, llegando a un nivel de profundidad que te envuelve y te hace encariñarte con ellos de una manera sublime. Entre otros, también se encuentran algunos personajes como Pascal, Adam, Engels, Jean Paul... que son, sin ir muy lejos, personajes tan carismáticos que es imposible odiarlos.
NieR: Automata cuenta con varias misiones secundarias que casi nunca se vuelven repetitivas, pues sabe cómo solucionar este problema tan común provocando que, la mayoría, acaben teniendo un mensaje y unos giros que las vuelvan muy profundas y melancólicas.
Algo que podría echar para atrás a los jugadores es el hecho de tener que completar el juego un total de 5 veces para ver toda la historia. Sin embargo, Yoko Taro ha sabido cómo manejar esto para que sea más ameno para el jugador: obligándote a completar el juego de forma normal (ruta A), luego desde la perspectiva de otro personaje (ruta B) y finalmente dando paso a la segunda parte de la historia (la "ruta C", que abarca los finales C, D y E) la cual, al ser completada una vez, desbloquea el selector de capítulos para que no tengas que repetirlo todo de nuevo. Además, la monotonía es totalmente borrada gracias a poder controlar a los tres protagonistas, cada uno con una habilidad única y jugabilidad distinta, cosa que no se había hecho en la franquicia hasta la fecha.
En definitiva, NieR: Automata es una obra maestra en toda regla, digna de ser jugada por cualquiera. Desde el momento que completé los cinco finales se volvió mi videojuego favorito, pues su mensaje es tan emotivo, filosófico, existencialista, esperanzador y melancólico (todo en uno) que es imposible que deje indiferente a nadie.
Es una obra tan compleja, retorcida, especial y única que parece que podría ser solo adaptada a un videojuego con semejante efectividad.
Tras varias obras que han pecado por sus problemas de jugabilidad, rendimiento y poco presupuesto, como sucedió con Drakengard o NieR (2010), este genio japonés, con ayuda de Platinum Games, dieron luz a la que podría considerarse una experiencia única, original e impactante. Finalmente, tras muchos años, Yoko Taro dio en el clavo y logró conseguir hacer exactamente lo que quería, pese a sufrir todavía en el presupuesto.
NieR: Automata cuenta con una banda sonora compuesta por MONACA, equipo de compositores entre los que se encuentra Keichi Okabe. Así pues, es apreciable ese "toque" tan único y característico que se encuentra en su música, la cual se ha encontrado también en Drakengard 3 y NieR.
En cuanto a ambientación, podemos encontrarnos un apartado artístico excelente, con una variedad de zonas que resultan sumamente preciosas y diferentes, provocando que el mundo postapocalíptico que se nos presenta sea muy llamativo.
Además, la jugabilidad es un enorme paso adelante en la franquicia. Con ayuda de Platinum Games (equipo responsable de Bayonetta o Metal Gear Rising), esta vez nos encontramos con un combate mucho más frenético y sólido, con una gran cantidad de armas y combos que probar que harán que nuestros movimientos en pantalla sean muy vistosos e impresionantes.
Finalmente, toca hablar de la historia, la cual se basa milenios más tarde que su predecesora. Nos sumerge en una guerra entre androides y robots, y lo hace de una forma tan repentina que resulta brillante; el prólogo es una de las mejores secuencias de inicio que se podrían ver en este medio al ser sumamente frenética, épica y llena de acción que te deja queriendo buscar más. A partir de ahí, esta obra sabe muy bien cuándo ponerte las partes más tensas y movidas y cuándo frenarse, manejando a la perfección el transcurso que toma sin que sea monótono. A lo largo del juego, se nos presentarán personajes, conflictos y revelaciones que harán que el mundo se sienta vivo, hostil y misterioso.
Asimismo, todo gira en torno a reflejar una gran cantidad de referencias filosóficas y cristianas, razón por la que muchos de los personajes tendrán nombres de filósofos (llegando a imitarles o contradecirles) o procedentes de la Biblia, lo cual resulta muy curioso y divertido (especialmente si tienes conocimientos al respecto) pero al mismo tiempo se convierte en uno de los pináculos principales de la trama.
Los personajes son todos excepcionales. Ninguno dejará indiferente a nadie, y tanto 2B como 9S y A2 son unos de los mejores personajes escritos en un videojuego, llegando a un nivel de profundidad que te envuelve y te hace encariñarte con ellos de una manera sublime. Entre otros, también se encuentran algunos personajes como Pascal, Adam, Engels, Jean Paul... que son, sin ir muy lejos, personajes tan carismáticos que es imposible odiarlos.
NieR: Automata cuenta con varias misiones secundarias que casi nunca se vuelven repetitivas, pues sabe cómo solucionar este problema tan común provocando que, la mayoría, acaben teniendo un mensaje y unos giros que las vuelvan muy profundas y melancólicas.
Algo que podría echar para atrás a los jugadores es el hecho de tener que completar el juego un total de 5 veces para ver toda la historia. Sin embargo, Yoko Taro ha sabido cómo manejar esto para que sea más ameno para el jugador: obligándote a completar el juego de forma normal (ruta A), luego desde la perspectiva de otro personaje (ruta B) y finalmente dando paso a la segunda parte de la historia (la "ruta C", que abarca los finales C, D y E) la cual, al ser completada una vez, desbloquea el selector de capítulos para que no tengas que repetirlo todo de nuevo. Además, la monotonía es totalmente borrada gracias a poder controlar a los tres protagonistas, cada uno con una habilidad única y jugabilidad distinta, cosa que no se había hecho en la franquicia hasta la fecha.
En definitiva, NieR: Automata es una obra maestra en toda regla, digna de ser jugada por cualquiera. Desde el momento que completé los cinco finales se volvió mi videojuego favorito, pues su mensaje es tan emotivo, filosófico, existencialista, esperanzador y melancólico (todo en uno) que es imposible que deje indiferente a nadie.
Es una obra tan compleja, retorcida, especial y única que parece que podría ser solo adaptada a un videojuego con semejante efectividad.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
A partir de la ruta C, es cuando todo se vuelve gris en NieR: Automata. Una gran cantidad de personajes mueren, se revela la verdad sobre la humanidad (la cual está extinta desde hace muchos años)... Todos esos detalles, hacen que este videojuego se torne de un tono sumamente pesimista, haciendo que el jugador busque de cualquier forma posible ese pequeña luz de esperanza en medio de todo un caos.
Los finales C y D son totalmente amargos; no son felices, no alegran a nadie, no buscan hacerlo. Son una perfecta contradicción de lo que los finales A y B muestran (algo visto también en NieR: Replicant), tirando por la borda todo tipo de esperanza de un futuro mejor. La mayoría de personajes han sufrido, han muerto o se han rendido, y el mundo parece que va a acabarse por completo. Sin embargo, el final E cambia todo. Comienza una secuencia arcade en los créditos, obligando a que el jugador derrote a TODAS las personas que han trabajado en este videojuego, mientras de fondo se oyen todas las versiones de la música de créditos (Weight of the World).
Cada vez que mueres, el videojuego te hace cuestionar cosas, buscando que, ante todo, te mantengas firme y decidido a seguir adelante, mientras de fondo ves una enorme cantidad de mensajes escritos por los jugadores que han terminado esa sección. Todo esto conlleva a que el jugador se emocione, se anime y se vea más decidido a continuar pues se creerá lo suficientemente poderoso como para terminarlo... hasta que llegas a una parte en la que es casi imposible avanzar por la inmensa cantidad de proyectiles que has de esquivar.
A partir de ese momento, el mensaje queda totalmente expuesto con una decisión final: no puedes hacer nada tu solo, no puedes cargar tú solo el peso del mundo, por lo que necesitas ayuda; ayuda de otros jugadores, que han estado en esa misma situación que tú y que, al completarla, han decidido borrar todos sus datos guardados para que tú puedas seguir adelante, sin importarles cuánto progreso y esfuerzo eliminarán por un bien común. Es un sacrificio tan grande y pequeño al mismo tiempo, que da sentido a todo lo establecido en el videojuego, creando una cadena eterna en la que siempre habrá alguien que te ayude para completar el juego.
Y esta es la verdadera esencia de NieR: Automata, la obra maestra de Yoko Taro.
Los finales C y D son totalmente amargos; no son felices, no alegran a nadie, no buscan hacerlo. Son una perfecta contradicción de lo que los finales A y B muestran (algo visto también en NieR: Replicant), tirando por la borda todo tipo de esperanza de un futuro mejor. La mayoría de personajes han sufrido, han muerto o se han rendido, y el mundo parece que va a acabarse por completo. Sin embargo, el final E cambia todo. Comienza una secuencia arcade en los créditos, obligando a que el jugador derrote a TODAS las personas que han trabajado en este videojuego, mientras de fondo se oyen todas las versiones de la música de créditos (Weight of the World).
Cada vez que mueres, el videojuego te hace cuestionar cosas, buscando que, ante todo, te mantengas firme y decidido a seguir adelante, mientras de fondo ves una enorme cantidad de mensajes escritos por los jugadores que han terminado esa sección. Todo esto conlleva a que el jugador se emocione, se anime y se vea más decidido a continuar pues se creerá lo suficientemente poderoso como para terminarlo... hasta que llegas a una parte en la que es casi imposible avanzar por la inmensa cantidad de proyectiles que has de esquivar.
A partir de ese momento, el mensaje queda totalmente expuesto con una decisión final: no puedes hacer nada tu solo, no puedes cargar tú solo el peso del mundo, por lo que necesitas ayuda; ayuda de otros jugadores, que han estado en esa misma situación que tú y que, al completarla, han decidido borrar todos sus datos guardados para que tú puedas seguir adelante, sin importarles cuánto progreso y esfuerzo eliminarán por un bien común. Es un sacrificio tan grande y pequeño al mismo tiempo, que da sentido a todo lo establecido en el videojuego, creando una cadena eterna en la que siempre habrá alguien que te ayude para completar el juego.
Y esta es la verdadera esencia de NieR: Automata, la obra maestra de Yoko Taro.