Hacía tiempo que no disfrutaba de una película con un mensaje lleno de valores, como reconciliación, perdón, tolerancia…

Se agradece que sea ensalzada la inteligencia como medio para resolver problemas y conflictos, en lugar de la habitual propaganda armamentista de las películas de Estados Unidos.

Clint Eastwood hace un magnífico retrato de la personalidad de Nelson Mandela, de Madiba. Un hombre que después de más de 27 años en la cárcel llega a la presidencia sin ánimo de revancha. Un Mandela con una gran inteligencia emocional, que sabe crear y unir un país mediante políticas sociales y canalizar las emociones básicas del pueblo, como las que suscita un deporte, para fines loables.

No se trata de una biografía, sino de la descripción de una personalidad y de su efecto reconciliador en su entorno.Y este efecto es descrito con multitud de detalles en la relación de blancos y negros, que van superando la segregación racial establecida por los colonizadores holandeses bóers.

Por estos motivos me parece muy recomendable, pero no esperen ver una de esas películas de héroes del rugby, esto es sólo el contexto. Vayan a descubrir a un personaje que supo pasar página al apartheid sin más convulsiones de las que cabría esperar en un contexto tan tensionado.

Termino con esta frase de Mandela:
"No es valiente aquel que no tiene miedo sino el que sabe conquistarlo."