Hay algunas escenas que resultan desconcertadoramente largas, como la de la resaca post-discoteca: realmente estuve tentada de darle al avance del mando a distancia. Me siento un poco idiota con este tipo de escenas, pienso que quizás tengan un mensaje subliminal que no pillo...hasta que me doy cuenta de que no soy tan idiota...ni mensaje ni nada, el director quiere que veamos como es su prota con sus amigas y nos cansa con sus idioteces y sus gracietas.
Por suerte, tiene algunos aciertos, Poppy no se enamora de su profesor de autoescuela, pero sí consigue sacarlo de sus casillas enamorándolo. La escena en la que él explota y con más violencia que pasión le confiesa sus sentimientos es una de las mejores, sino la mejor.