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Voto de Julio César:
9
Drama Principios del siglo XX. David Aaronson, un pobre chaval judío, conoce en los suburbios de Manhattan a Max, otro joven de origen hebreo dispuesto a llegar lejos por cualquier método. Entre ellos nace una gran amistad y, con otros colegas, forman una banda que prospera rápidamente, llegando a convertirse, en los tiempos de la Ley Seca (1920-1933), en unos importantes mafiosos. (FILMAFFINITY)
10 de octubre de 2010
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película algo irregular, pero llena de poderosos momentos. El principio (la primera media hora), es bastante soporífero, sobre todo porque constantemente tienes la sensación de no saber hacia dónde se dirige la película, y cierto detalle que se hace muy cansino.

La película narra es ascenso y decadencia de una pandilla de buenos amigos de un barrio judío de Nueva York, desde que son unos raterillos en la infancia, hasta que se convierten en una poderosa mafia local durante la época de la Ley Seca (prohibición de distribución, venta y consumo de alcohol en Estados Unidos durante los años 20). Después, ya de viejos, el protagonista recuerda con uno de sus viejos amigos las hazañas de la infancia y la juventud, hasta la caída final, que se produce en el que supuestamente iba ser el último trabajo, una vez finalizada ya la prohibición.

El metraje es enorme, y el montaje es en ocasiones difícil de comprender y de unir mentalmente. Hay escenas en las que tienes que suponer que antes ha pasado algo. Aun así, es una película que merece mucho la pena ver, es un clásico. Hay escenas sumamente violentas, pero que se "entienden" debido a la naturaleza animal de la raza humana.

La banda sonora es de Morricone, y sólo con este dato nos debe bastar para saber que será muy buena, aunque está muy influenciada por sus anteriores trabajos del oeste, y eso resta magnificencia a la misma, ya que aquí no estamos a finales del XIX en los desiertos del Colorado o de Nuevo México, luchando contra las corporaciones empresariales que quieren expropiar a granjeros para extender sus líneas de ferrocarril, o contra foragidos que violan por puro placer; sino a principios del XX en la gran ciudad, con alcohol, juego y sexo. Otra de las canciones que aparecen constantemente es la mítica "God Bless America", una de las canciones patriotas americanas por excelencia, que nos hace entender qué nos quiere transmitir el director, dónde estamos y cuál es el sentido de la película.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Julio César
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