Fantástico thriller de animación con marcado acento Burtoniano rodada en Stop Motion (fotograma a fotograma), con personajes creados en plastilina y sets en madera que denotan una impresionante calidad artística, así como una excelente factura técnica y musical.

El guión, sin ser especialmente brillante, se arropa a la perfección en la espléndida ambientación de la aldea de Xanaz y la caracterización de los personajes, especialmente cuidada en los habitantes de la inhóspita aldea, dotando a la película de un tenebroso escenario con tintes góticos y clásicos. A todo ello hay que añadir la brillante banda sonora que acompaña en todo momento a la historia, llegando a su climax en el clip que explica el embrollo.

Los puntos flojos de la historia, quizás simplificada pensando en la necesidad de adaptarse al público infantil al que también se dirige el film, quedan totalmente en el olvido por el disfrute de su metraje, una verdadera obra de arte a la altura del genio californiano al que tanto recuerda.

Una maravilla que invita a conocer la obra de su creador, Fernando Cortizo.

Rul T.
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