No hay respeto en esta serie por el material original. No hay seriedad, ni sobriedad, ni moderación. Todo es comicidad, absurda invención, exceso innecesario.

La novia abominable presenta los mismos errores de la serie habitual. Un Holmes que en poco recuerda al recto caballero de las novelas; un Watson demasiado gracioso, una señora Hudson que hace lo que no debe hacer; y, lo que es peor, una trama poco competente..

Personajes que pretenden elevarse como grandes, apenas consiguen interesar. Narraciones que pretenden ser poderosas, no pasan de pequeñas creaciones, muy alejadas de lo que una obra que presente a Holmes debe llevar. Escaso acierto en la elaboración de la idea, que crea una expectación que no resiste más que unos minutos, hasta deshacerse pobremente entre las calles neblinosas, y dejar un recuerdo que no es grato en quien espera gravedad.

La novia puede ser abominable: queda esto por ver. La serie, y este episodio, sin duda lo son.