La historia del triunfo de dos fracasados.

En Garra se respira un tono familiar y esperanzador. Aunque no soy muy fan de los tipos de mensajes que se suelen lanzar en el género deportivo "todo se logra con esfuerzo" o incluso el que se tatúa en el brazo Juancho "nunca te rindas", la película sabe crear unos personajes muy humanos y creíbles. Si no te alegras cuando el protagonista manda a tomar por culo a su jefe no eres persona. Qué satisfacción joder. Momentos como este nos regala muchos y muy bien hilados.

No tiene mucho que comentar, y en eso reside su encanto, no es una historia compleja ni innovadora. Es un conjunto que funciona, que emociona y un director -que aunque no arriesga- sabe bien lo que hace.

PD: Me encanta el cambio que está haciendo Adam Sandler en su elección de papeles, ya deslumbró en Diamantes en Bruto y sigue el mismo camino aquí. Deseando ver con qué más nos sorprende.