Película que te agarra por los huevos desde el primer fotograma y no te suelta hasta que aparecen los títulos de crédito. Efectista, con contundencia y con un guión tan calculado que suena incluso a matemática y su excesivo cálculo quizás le reste autenticidad o naturalidad en varios tramos. Tosar está inmenso ante un papel que como él mismo ha dicho es un caramelo, el resto de actores están magníficos dentro de las rejas y en mi opinión, no tanto fuera de ellas. Resines cumple, pero su personaje es de los que cantan a cliché incrustado, para que el falso preso que encarna Alberto Ammann, tenga un punto de inflexión clave, tanto para la evolución de su personaje como para la propia trama en sí.

En definitiva, buena peli, que no genial, que sin duda hará una consistente caja registradora, pero que tampoco va a dejar un gran poso tras ella con el paso del tiempo, a no ser la confirmación de un extraordinario actor, ante quien y sin ser un galán, casi todos se quitarán el sombrero de ahora en adelante.

Me alegro enormemente por Luis, un buen tipo además.