El film honda en la psicología de sus personajes, proyecta únicamente imágenes, sin sonido, sin música, sin nada, mientras situaciones que a simple vista parecen normales en esta familia, resulta que en realidad es un retrato de la decadencia más grande que el ser humano pueda experimentar. La trama nos introduce en la espeluznante vida de esta trastornada familia, en la cual todos los elementos que el mundo conoce como normales son errados, en donde el aprendizaje es una constante lluvia de cadenas, en donde las palabras cambian de significado para adaptarlas a una forma de vida sumisa que el padre ha inculcado a sus hijos desde pequeños, generando doctrinas de amaestramiento para tenerlos atados a su juego.
La perversidad con la que las imágenes se van desarrollándose no tiene límites, mientras somos testigos de cómo estos “Aliens” (término que he aplicado para describir a los hijos de la familia), tienen su mundo propio, un mundo gobernado entre las cuatro paredes que encierran esta lujosa mansión y jardin de la misma, donde sus creencias completamente erradas se deben confrontar a los instintos propios del Homo Sapiens como proveniente del reino animal que es. Y es que es tanto la madre como el padre que forman parte de esta barrera que ha impedido el desarrollo normal de sus hijos, enseñándoles palabras con un significado diferente al original; ejemplo: la palabra teléfono significa la sal, o los Zombies son las margaritas, los gatos son considerados criaturas peligrosas que cimientan más el temor a salir de los límites del terreno, ya que ellos jamás han tenido contacto con el exterior, con la excepción del padre que va a trabajar todos los días, armando a cada momento el rompecabezas para hacer posible esta fachada que ha mantenido durante años, simplemente una locura sin explicación.
Lo más importante de esta película es la perturbadora actitud y las infundamentadas acciones de los integrantes de la familia, donde el juego psicológico hace que el espectador se quiebre mentalmente mientras trata de comprender o de buscarle una respuesta humana y correcta a los acontecimientos que tiene frente a sus ojos.
El nombre “canino” hace referencia al reflejo de lo que es en realidad el ser humano en el fondo, cuando se ha quitado toda la moralidad, ética, y razón que lleva puesto encima, solamente queda un animal salvaje cuyos dientes “caninos” son sus únicas armas para defenderse del mundo que lo rodea; la película ve al ser humano como perros salvajes que necesitan ser adoctrinados para evitar situaciones desagradables.
Un film que no da cabida al pudor, una película cruda, seca, un golpe sórdido a la moralidad, a las costumbres, a la cultura, muestra escenas impactantes a cada momento, una película rarísima pero de una belleza inexplicable, aunque se dice que es una comedia bizarra, en realidad es un juego psicológico, excelentemente realizado, perversamente diseñado y rarisimamente interpretado, no apta para todo tipo de público.