Recuerdo una entrevista a Walt Disney en la que éste defendía el uso y hasta el abuso de lo fantástico en el sentido literal de la palabra, es decir, cosas que ocurren contra todo pronóstico e, incluso, contra las leyes de la Física. Disney veía normal y conveniente que un barco navegara catarata arriba para salvar a los héroes de los malos que los perseguían. De esta teoría -como tantísimas películas de Holywood- participa Testigo accidental, como se explica en el espoiler. En todo caso, una trama bien urdida, bien dirigida y muy bien interpretada que desarrolla un guión inteligente que te mantiene muy atento a la resolución de una historia en la que el protagonista -un ayudante de fiscal honrado y heroico- cae en una ratonera de la que es imposible salir; o sí. En cualquier caso, interesante y muy entretenida.