Revisto ¡hasta el final! el "remake" de El hombre que sabía demasiado, la sensación que queda, al igual que con casi todas las cintas de Hitchcock, es lo mal que envejecen sus películas. Quizás hace 50 años estuvieran consideradas una maravilla de suspense e intriga, pero desde la cultura cinematográfica del siglo XXI, estas historias caen como un castillo de naipes en medio de un terremoto.

El hombre que sabía demasiado no se salva de esta apreciación. Como al mal mago que se le ven los trucos, esta película es -una vez más- una sarta de peripecias inverosímiles y carentes de sentido y sentido común que insultan a la inteligencia más basta. Decir sin "espoilear" que se hace muy chocante y no deja de sorprender en ningún momento la libertad de acción y movimientos del matrimonio Stewart/Day envueltos en un secuestro, en una trama de espionaje internacional, en un magnicidio... Nunca cayeron en mayor ridículo la policía marroquí, Scotland Yard y el MI5.