Ayer acudí a la sala de cine sin mayor expectativa que la de divertirme, y me divertí. Decidí afrontar la película con esa actitud después del sonoro batacazo de la segunda entrega, y digo sonoro porque tras la primera parte esperaba una gran continuación y Jackson me defraudó. Sin embargo en esta tercera no he cometido el mismo error. Dicho esto, espero que haya ahuyentado de las salas de cine a todos aquellos que esperen algo innovador, diferente a las anteriores, y les haya predispuesto a divertirse sin un afán profundamente crítico, si finalmente van a ver el film.

Sintetizando la crítica se podría decir: el contenido sacado directamente (en esencia) del libro de tolkien es lo mejor y el relleno es una blasfemia, si, una blasfemia, no me he pasado en absoluto. Es más, hay escenas que no aparecen en el libro que rozan la parodia, son insultantes y las podría haber escrito un niño de seis años con encefalograma plano. Y punto. Aunque claro, después de soltar semejante sarta de insultos a la obra del director neozelandés no me puedo quedar tan ancho, debería poner un ejemplo, así que tranquilos, abundan en la obra, eso sí, me voy a limitar a poner uno: el romance entre Kili (uno de los enanos) y Tauriel, no aparece en el libro -ni se menciona- , pero obviando eso, se conocen, ni siquiera pasan tiempo juntos y sufren el uno por el otro como si de una relación madre-hijo se tratara. Me diréis "esto es Hollywood", pues no, no por eso pasa a ser necesario rellenar innecesariamente, es decir, entendería que una batalla se hiciese más épica pero no esto. Y lo que aquí sostengo, lo comparte quien sin leer el libro ha visto la trilogía entera, es decir, lo que no es Tolkien sobra, lo mires por donde lo mires, y lo mire quien lo mire, punto.

Ahora bien, aunque con sus errores y su falta de acierto en determinados temas, no se puede obviar la habilidad de Jackson para dotar de epicidad los enfrentamientos, la genial banda sonora, un elenco de actores fantásticamente escogido -Martin Freeman la borda, lástima que aparezca poco aunque la trilogía lleva su nombre- y el trabajo para escoger los entornos, la vestimenta y los efectos especiales. Es imposible no pasártelo bien, imposible. Y es que, tiene momentos para el recuerdo, no falta Gandalf (Ian McKellen) con sus frases lapidarias: «Te considero una gran persona, señor Bolsón, y te aprecio mucho; pero en última instancia ¡eres sólo un simple individuo en un mundo enorme!» (sacada íntegramente de la obra del escritor inglés).

Así que la conclusión es positiva, aunque haya errores imperdonables creo que la película se disfruta mucho.