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Voto de Marco Antonio Rodríguez Porcel:
7
Bélico El 1 de julio de 1863, más de 150.000 soldados americanos esperaban el momento clave de su destino final, previo a la batalla más importante de la Guerra Civil Norteamericana, que tendrá lugar en Gettysburg, Pensilvania. Basada en la novela ganadora del premio Pulitzer "The Killer Angels". (FILMAFFINITY)
11 de julio de 2006
11 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
O así se llamaba la novela de Michael Shaara que dio origen a esta película. Shaara obtuvo su Pulitzer, e imagino que Gettysburg tambíén obtendría algún merecido galardón. Como recreación histórica pormenorizada resulta prácticamente impecable. Se nota que los extras sabían perfectamente su papel, es más, algunos lo sabían demasiado bien. Y lo digo porque coincido con la crítica predecesora en que algunos de ellos hacían ímprobos esfuerzos para chupar cámara. La caracterización de los personajes históricos no está nada mal, aunque, la verdad, Martin Sheen haciendo de Lee no me resulta del todo creíble. Sí que me lo resulta Jeff Daniels haciendo de Chamberlain (es imposible parecer más yanki, en el sentido originario de la expresión). Cuidadísimos exteriores, recreación excelente de las tácticas militares y del armamento de la época, incluso se ha cuidado al detalle el contraste entre ambos ejércitos: en una de las escenas, cuando los sureños llegan al pueblo desfilando al ritmo de "Dixie", se ve cómo algunos de ellos van descalzos, en tanto que los yankis siempre iban mejor equipados. Los únicos defectos que encuentro son dos: uno, el excesivo protagonismo de la banda sonora, onmipresente en casi todo el metraje, y que está de más en algunos pasajes, y que, por añadidura, resulta demasiado rimbombante para escenas muy duras. Otra: el comportamiento y el lenguaje de los protagonistas. Eran enemigos, pero no precisamente enemigos cordiales. Esos gestos de caballerosidad que vemos de vez en cuando no se corresponden demasiado con lo que fue la contienda más sangrienta que jamás hubo en suelo americano. En plena batalla, que el hermano de Chamberlain le pregunte a Armister, herido de muerte "señor, señor, ¿puede decirme cómo se llama, quién es?" como si se tratase de un ángel perdido, no me resulta muy convincente. Veo más almíbar que adrenalina. Por otra parte, no estaría de más recordar que la mayoría de los combatientes no recurrían a un lenguaje tan florido como el que se escucha aquí. No es que me gusten las palabrotas, pero habría visto creíble escuchar algunas de ellas. Por lo demás, se plasma bien la frase del cartel de esta miniserie: La misma tierra, el mismo Dios, diferentes sueños.
Marco Antonio Rodríguez Porcel
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