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España España · Madrid
Voto de DEBOS:
9
Drama Dos jóvenes motoristas de Los Ángeles emprenden un viaje hacia Nueva Orleáns. Cruzan todo el país con la intención de descubrir América. Después de vender cocaína a un hombre de Los Ángeles, Billy y Wiatt (alias Capitán América) asisten a la fiesta del Mardî Gras. Pronto reanudan el viaje y se van encontrando con personajes de lo más estrafalario, entre ellos un ranchero y su familia, o un autoestopista de una comuna hippie, antes de ... [+]
8 de febrero de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ya desde las primeras escenas el equipo de trabajo dirigido por Denis Hopper logra con propiedad despreocupada de artificios forzados planos de encuadres de estudiado desenfado consiguiendo la concatenación de secuencias en las que se concentra el sentido extraño de la existencia de nuestros tiempos.

Esa extrañeza es compredida en todos y cada uno de los fotogramas de la pelicula por los realizadores del film, es la extraleza del delito sin perjuicio, de la vida en riesgo sin aparente motivo, de las noches al raso cuando otros duermen bajo techo, de la naturaleza cambiante a cada paso, del caminante solitario, del amor que perdurará toda la vida a causa de un breves y bellos momentos, lo inesperado en tierras desconocidas, el encierro de pájaros siempre libres, el encuentro de almas afines, la perdida irrecuperable de lo más estimado. Es la extrañeza de la pureza donde creías que solo habia fango, de la apariencia verdadera desfigurada, de un viaje en el que no hay caminos, y de la muerte injustificada.

Easy Rider esta inspirada de silencios en los que las palabras sobran, silencios también llenos de la extrañeza que llena esta película. Sus luces son las que irradian los apetitos de libertad sobre las sombras de la contradicción que reside en el alma humana.

Denis Hopper en el papel de Billy parece en ocasiones fuera de lugar, pero seguramente es porque no encuentra su lugar en ningún sitio, es un culo inquieto que solo parece satisfecho encima de su moto. Hopper un ser enajenado que busca alejarse por carreteras y autopistas de todo lo establecido, fuera de si cuando el mundo aparenta alguna cordura. Es Billy El Niño al encuentro del Salvaje Oeste en los días de la televisión, los aviones a reacción, los teléfonos, y la gran industria, vestido con sombrero y chaqueta de vaquero, collar indio de cuentas de hueso, pantalón y botas a juego. Solo necesitaba que alguien le diese la razón para combatir a los apaches, asaltar bancos y ferrocarriles, beber hasta hartarse en los salones de ciudades construyendose gracias al oro de las rocosas, y ese era Wiett, el Capitán America, en la ausencia del paso del tiempo donde el espacio no tiene medidas, difícil de alcanzar como una isla solitaria que da cobijo a los pocos que la alcanzan.

Billy es la agitación de un cosmos primigenio y caótico, Wiatt la calma del espacio vacio, polos opuestos que se atraen para ocasionar un universo en el que se da el existir de las realidades y las ficciones. De aquellos margenes participa la humanidad y la sin razón de un buen puñado de interpretes, desde los ocupantes de una cafetería, a los habitantes de una comuna, un abogado desengañado, y una par de chicas de mala vida.

Gracias a todos vosotros y al resto del equipo por esta película.
DEBOS
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