Sin duda una de las sorpresas del año, y es que Harry Potter ha consegido con esta película situarse entre lo mejorcito que nos ha dado este año 2010. Una película que en apariencia tenía todas las papeletas para convertirse en una decepción ha resultado ser la mejor de las aventuras del joven mago que se han podido ver hasta la fecha en la gran patalla. Especialmente destacable la fotografía de Eduardo Serra que permite recalcar aún más la sensación de tensión que produce este film. Por otra parte se agradece que los tres actores protagonistas se lo hayan tomado más en serio que nunca a la hora de interpretar sus papeles, mucho más maduros y sin escudarse tras los muros de la escuela. Esperemos que para el fin de la saga se consiga mantener el nivel de esta última entrega.