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Voto de ANDREW_WK:
6
Drama El 2 de marzo de 1974, el joven anarquista Salvador Antich, militante del Movimiento Ibérico de Liberación, se convirtió en el último preso político ejecutado en España mediante "garrote vil". Ésta es su historia y la de los intentos desesperados de su familia, compañeros y abogados por evitar su ejecución. (FILMAFFINITY)
15 de mayo de 2010
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando uno ve una historia que acontece en una época que no ha vivido, pero que le produce interés y curiosidad, se espera que la ambientación sea cuanto menos creíble. Manuel Huerga consigue con esta película ofrecer una puesta en escena realista, cuidando muchos detalles (vestuario, iluminación, decorados...), y otorgando al conjunto del film un tono azul-grisáceo en consonancia con el período histórico relatado. Se puede llegar a comprender porqué se dieron esas luchas clandestinas, se puede llegar a atisbar la incomprensión y el surrealismo de una muerte en vano, y se puede llegar a sentir parte de lo que su familia pudo llegar a experimentar en un ejercicio de empatía.

Pero la cinta tiene puntos débiles que le confieren un resultado final un tanto descompensado. Si bien en la primera mitad del metraje la acción se centra en las actividades antisistema de Salvador Puig Antich, en la segunda mitad enfoca la atención exclusivamente en el trauma sentimental vivido por Salvador y su familia. Se trata, pues, de una partición muy drástica, saltándose un seguimiento político-social del caso que hubiera dado más calidad al film. El guión parece dejar varios cabos sueltos, pues a medida que avanza la historia el punto de vista se va acotando. Es una apuesta por relatar y mostrar los sentimientos de los personajes, cayendo en un exceso de sensiblería, en detrimento de un relato más pormenorizado de los hechos consumados.

Las interpretaciones están a un alto nivel, empezando por Daniel Brühl, que demuestra que su mayor virtud es la naturalidad con que se muestra delante de las cámaras, sin una pizca de sobreactuación, gesticulando en la dosis correcta y en los instantes oportunos. Además, en ese afán de dotar a la historia de mayor realismo, este actor alemán de origen español nos deleita con un catalán exquisito. Brühl está bien secundado por Tristán Ulloa (abogado de Salvador) y Leonardo Sbaraglia (carcelero), entre otros actores y actrices.

Es una película que se encuentra claramente por encima de la media del cine español, con grandes actuaciones y una destacable ambientación; y a pesar de no ser redonda, con algunos puntos flojos, no hay que dejar pasar la ocasión de verla.
ANDREW_WK
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