¿De qué va?:

La acción transcurre en una típica pequeña población castellana a mediados del siglo XX donde tres hermanos solteros de cierta edad viven juntos sin apenas relacionarse con el resto del pueblo. Venancio y Paquita, extrañamente infantilizados por su falta de contacto con el mundo exterior viven acobardados ante la dominante Ignacia, que ejerce de hermana y madre estricta. Una noche de tormenta Paquita escucha un ruido y cree ver a alguien en la habitación de Ignacia, pero ésta les manda de vuelta a sus cuartos con cajas destempladas. Paquita no obstante cree haber escuchado que su hermana se quiere deshacer de ellos. Poco después Ignacia vende la casa y les cuenta los nuevos planes, van a irse los tres 'al extranjero' a empezar una nueva vida.

Hay que aclarar a los más jóvenes que para un buen número de gente en la España franquista no existían países ni continentes, sólo España y el extranjero, misterioso ente que englobaba unitariamente enigmas insondables para el españolito medio.

Crítica:

Una de las mejores películas del Fernán Gómez director, con un retrato de una lucidez extraordinaria del hábitat de un pueblo castellano de la época. El análisis siempre ácido de todos sus habitantes conforma un cuadro de una riqueza extraordinaria a pesar de tratarse de una sencilla comedia negra. Desde el grupo de las viejas cotorras, encabezadas por la siempre espléndida María Luisa Ponte, que dejan algunas perlas orales en forma de sentencias de un rancio conservadurismo, hasta el de los ancianos del lugar, una panda de viejos verdes de tomo y lomo que matan el tiempo jugando a las cartas y tomando chatos, pasando por la candidez y castidad del personaje de Lina Canalejas o por la cuaternaria brusquedad de los mozos del pueblo a los que sólo el contacto femenino en el baile de los fines de semana logra apaciguar un tanto sus instintos juveniles.

Sigue en spoiler por falta de espacio.