Si no hubiera vivido las primeras temporadas de Expediente X el nombre de Chris Carter pasaría sin pena ni gloria como director de un Thriller entretenido, sin demasiadas pretensiones y eso sí con una gran interpretación de Gillian Anderson. Sin embargo yo soy un fan más de Expediente X y aunque recibo con agrado nuevo material sobre la serie debo decir como crítico que en la cinta esta presente poco o nada de lo que me hizo admirador de la obra de Carter.

Sabiendo pues quién es cada cual como seguidor de la saga me parece un capitulo alargado de una serie "parecida" a la que vi allá por los 90, con una Dana Scully y un Fox Mullder diferentes y edulcorados. Es un montaje carente de pasión, con un enorme desinterés y desgana de cara a ser respetada cinematográficamente hablando. Si bien posee guión bastante aceptable en términos comerciales, la escenografía no ayuda en absoluto a engrandecer la película.

Es un caramelo con buen envoltorio, buen color interpretativo, y un sabor indefinido y bastante decepcionante para los adictos a estos dulces. Sin más metáforas, recuerda a alguna historia de la terrible y última 9ª temporada de la serie. Desde luego nos muestra una evolución de los personajes y una historia un tanto Gore mas propia de "Millenium" (siguiente e injustamente cancelada serie de Carter), pero que le da carisma al relato. Tiene además un buen ritmo narrativo y se deja ver con facilidad, pero sinceramente, esperaba algo más profundo, algo que recordase a todo el mundo que esta serie ensalzó el género de los fenómenos paranormales y de la ciencia-ficción.