Sí, "engaño feliz"; así titulo mi crítica porque me sentí engañado felizmente por la película de Rodrigo Cortés. ¿Por qué? Porque nos intenta vender en la primera parte del metraje una idea de posibles fenómenos paranormales, investigación de los mismos, etc. Pero no es así. Gracias a las maginificas interpretaciones de los/as protagonistas, nos sumergimos en un thriller persecutorio entre un protagonista impotente por alcanzar la verdad y un maestro del lavado cerebral (por no desvelar más características).
Al salir de la sala comentábamos el agridulce final, pues así lo parece hasta que te tomas un tiempo, piensas en lo que Rodrigo te ha contado y te dices a tí mismo: "¡Ostias! ¡Qué bueno! ¡Qué bien pensado!". Todo esto después de comentar fuera de la platea que si yo hubiera hecho esto, que si tú hubieras rodado así... Rodrigo lo hizo como mejor pudo, estoy seguro. Buen guión, buenas interpretaciones, un poco largo el metraje y eso que se ve que ha habido tijera con respecto a una historia de amor que hay. Entretenida, con algo nuevo. Luz verde para el futuro de Rodrigo Cortés.