Interesante adaptación del archiconocido libro del mismo nombre en el que el experimentado director Zinnemann logra dejar su particular sello sin perder en ningún momento el espíritu de la novela.

De modo pausado y tremendamente descriptivo, el director nos hace partícipes del elaboradísimo plan del Chacal para acabar con la vida de Charles de Gaulle por la módica cifra de 500.000 dólares, que le será entregada por la OAS, organización terrorista enfrentada al Gobierno de la República, una vez cometido el magnicidio.

Es cierto que por momentos el ritmo se hace algo lento, pero no lo suficiente como para dejar de seguir con atención las peripecias del implacable asesino a sueldo, el cual no duda en quitar de en medio a quien haga falta para lograr su objetivo.

Lástima que al final de la función todo se precipita de manera lamentable y la credibilidad del film pierde muchos enteros. Y es que el papel del detective "superdotado", capaz de ver lo que nadie ve pese a su evidente torpeza y lamentable estado físico, no hay por donde agarrarlo.

Lo que pudo ser un brillante film, se queda en una interesante adaptación, con una soberbia interpretación de Edward Fox, eso sí, pues logra dotar de tal magnetismo a su personaje que es imposible no ponerse de su parte.