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Voto de José Manuel Barba Márquez:
9
Ciencia ficción. Drama Futuro, año 2000. En la megalópolis de Metrópolis la sociedad se divide en dos clases, los ricos que tienen el poder y los medios de producción, rodeados de lujos, espacios amplios y jardines, y los obreros, condenados a vivir en condiciones dramáticas recluidos en un gueto subterráneo, donde se encuentra el corazón industrial de la ciudad. Un día Freder (Alfred Abel), el hijo del todopoderoso Joh Fredersen (Gustav Frohlich), el hombre ... [+]
28 de diciembre de 2017
19 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película capital del expresionismo alemán. La obra es una visión apocalíptica de la sociedad del futuro. En ella, la división de clases es extrema, marcada por una abismal diferencia entre una clase y otra, ilustrando, de esta manera, uno de los temas esenciales de la filmografía de Lang: la dualidad del ser humano.

Una figura mesiánica llamada María y el hijo del dirigente de la ciudad, tratarán de eliminar esta desigualdad mediante el amor, y unir estos dos mundos antagónicos en una cinta con tintes políticos donde se manifiesta la corriente marxista y se critica el ideal de la revolución socialista.

El filme es una distopía futurista en la que subyacen numerosos componentes religiosos de la mitología clásica y de la Biblia. Del cristianismo se toma la parábola de la Torre de Babel, insinuando que los arquitectos y los trabajadores no se entienden a pesar de hablar el mismo idioma.

En esta Nueva York imaginaria, Lang, que estudió arquitectura, muestra predominantes habilidades. Grandes decorados y maquetas se mezclan conformando una estética visionaria y revolucionaria en esta película llena de ilusiones ópticas, filmaciones de "stop motion" y rostros humanos desfigurados por el dolor. Eterna.
José Manuel Barba Márquez
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