La protagonista, es una prostituta que, aparentemente, quiere autoreivindicarse yendo a otro poblado, ingresando a trabajar como enfermera en un hogar para niños discapacitados. Parece muy decidida a ensayar un nuevo tipo de vida, muy distante de su pasado, convirtiéndose en un modelo de paciencia y compromiso en la rehabilitación de chicos con dificultades, por ejemplo, para caminar. Inclusive, al observar que una compañera corre el riesgo de introducirse en el antiguo oficio, resuelve tomar cartas en el asunto y también le recomienda vivamente no abortar. Pero, en el ínterin de su carrera nueva, aparecerán situaciones novedosas que la desplazarán hacia un final inopinado. El film puede desdoblarse en dos, el primer fragmento podría considerarse un largo preludio con un suspenso sostenido, algo taciturno o estirado, aunque más o menos aceptable, donde se ve la evolución anímica de la mujer, su psicología, sus diálogos y actitudes, con un coloreo casi barroco de su carácter, sin demasiados episodios sino más bien su perfil. Por fin, y en aras del desenlace sí ocurre una sorprendente precipitación de circunstancias que elevan considerablemente el interés del film, aunque no es del caso, naturalmente, mencionarlas. En conjunto, es una película intensa, bastante fuerte y con una digna trama que, pese a cierta extensión ya aludida, puede verse con interés. 7,30