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Voto de Ghibliano:
4
6,0
6.355
Animación. Fantástico. Aventuras
Película de anime del Studio Ghibli dirigida por Goro Miyazaki, hijo de Hayao Miyazaki. Está basada en el tercer libro de la serie "Terramar: La costa más lejana", escrita por Ursula K. Le Guin. Una adaptación en manga se ha publicado en Japón. La historia nos sitúa en el archipiélago de Terramar, donde hay dragones, magos y espectros, talismanes y poderes. Es un mundo gobernado por la magia y, ante todo, por las palabras, pues cada ... [+]
1 de diciembre de 2009
16 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Goro Miyazaki es un director sin experiencia, a quien encargan un guión que asustaría al más pintado. Toma las riendas del proyecto y ofrece una cinta ambiciosa que pretende darle a conocer como valor en alza del cine animado.
Y fracasa. "Cuentos de Terramar" es una primera obra, con todo lo que ello implica. Fallos, ideas poco claras, un ritmo inadecuado... De esas cosas que se acaban perfeccionando. El problema es que no se queda en las carencias justificables por la falta de experiencia, sino que llega a algo más. Es uno de los guiones más incompetentes que he visto en animación. Goro demuestra que no se siente cómodo con lo que está manejando, y fracasa en su intento de crear un estilo propio.
¿Existe un margen de mejora? Pues sí, muy amplio. Pero yo no contaría con ella con tanta certeza. El hecho de que no haya demostrado más que una torpeza absoluta en su primer guión le convierte en una promesa tan fiable como usted y como yo.
¿Cuáles son los errores de esta película? En mi opinión podrían resumirse en tres grandes bloques, en buena parte relacionados:
1. La ambientación. Éste es un aspecto que duele mucho en el contexto del preciosismo habitual de Ghibli, pero en realidad es el mal menor. Simplemente tenemos una animación que no pasa de correcta, con buenos planos pero también con fondos poco trabajados y diseños muy inexpresivos, a la que se une una banda sonora que en escasas ocasiones llega a encandilar pero ofrece alguna que otra melodía agradable.
2. La caracterización de los personajes. Esto ya son palabras mayores; por decirlo en un tono amable, es una nulidad. No tienen personalidad definida, responden a la situación según las exigencias del guión.
Arren es el héroe protagonista, pero se mantiene demasiado distanciado respecto al espectador. Es frío, no transmite sentimientos y en última instancia ni siquiera sé qué pautas sigue su carácter. Tiene un cierto toque ingenuo que es para mí lo más conseguido, pero en el resto me resulta absolutamente impredecible. Simplemente me parece un personaje que podría hacer o decir cualquier cosa.
El caso de Therru es peor. Aquí no solamente tenemos a un personaje indefinido sino una evolución precipitada y muy poco creíble. En ningún momento se incide en su carácter agresivo y antisocial, es algo que sencillamente ocurre. Tampoco existe una explicación para su brusco cambio de actitud respecto a Arren.
El resto de personajes son una sucesión de clichés no muy bien desarrollados. Tal vez cumplan su pequeña función en la trama pero en todo caso no tienen ninguna característica que les dé interés.
3. El guión. El plato fuerte sin duda. Hay que reconocer que el contexto influye y que "Cuentos de Terramar" en Ghibli no pega en absoluto. Es una película de lucha entre el bien y el mal y recursos narrativos que la acercan más a la épica de Hollywood que al estudio japonés.
(sigue en SPOILER)
Y fracasa. "Cuentos de Terramar" es una primera obra, con todo lo que ello implica. Fallos, ideas poco claras, un ritmo inadecuado... De esas cosas que se acaban perfeccionando. El problema es que no se queda en las carencias justificables por la falta de experiencia, sino que llega a algo más. Es uno de los guiones más incompetentes que he visto en animación. Goro demuestra que no se siente cómodo con lo que está manejando, y fracasa en su intento de crear un estilo propio.
¿Existe un margen de mejora? Pues sí, muy amplio. Pero yo no contaría con ella con tanta certeza. El hecho de que no haya demostrado más que una torpeza absoluta en su primer guión le convierte en una promesa tan fiable como usted y como yo.
¿Cuáles son los errores de esta película? En mi opinión podrían resumirse en tres grandes bloques, en buena parte relacionados:
1. La ambientación. Éste es un aspecto que duele mucho en el contexto del preciosismo habitual de Ghibli, pero en realidad es el mal menor. Simplemente tenemos una animación que no pasa de correcta, con buenos planos pero también con fondos poco trabajados y diseños muy inexpresivos, a la que se une una banda sonora que en escasas ocasiones llega a encandilar pero ofrece alguna que otra melodía agradable.
2. La caracterización de los personajes. Esto ya son palabras mayores; por decirlo en un tono amable, es una nulidad. No tienen personalidad definida, responden a la situación según las exigencias del guión.
Arren es el héroe protagonista, pero se mantiene demasiado distanciado respecto al espectador. Es frío, no transmite sentimientos y en última instancia ni siquiera sé qué pautas sigue su carácter. Tiene un cierto toque ingenuo que es para mí lo más conseguido, pero en el resto me resulta absolutamente impredecible. Simplemente me parece un personaje que podría hacer o decir cualquier cosa.
El caso de Therru es peor. Aquí no solamente tenemos a un personaje indefinido sino una evolución precipitada y muy poco creíble. En ningún momento se incide en su carácter agresivo y antisocial, es algo que sencillamente ocurre. Tampoco existe una explicación para su brusco cambio de actitud respecto a Arren.
El resto de personajes son una sucesión de clichés no muy bien desarrollados. Tal vez cumplan su pequeña función en la trama pero en todo caso no tienen ninguna característica que les dé interés.
3. El guión. El plato fuerte sin duda. Hay que reconocer que el contexto influye y que "Cuentos de Terramar" en Ghibli no pega en absoluto. Es una película de lucha entre el bien y el mal y recursos narrativos que la acercan más a la épica de Hollywood que al estudio japonés.
(sigue en SPOILER)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Dicho esto, sigue siendo especialmente torpe. Es más, tiene errores y manías que traspasan, y por mucho, las barreras de lo justificable.
El argumento está lleno de lagunas y de ideas ambiciosas que se quedan en nada. Para empezar, tenemos una presentación muy adornada de la crisis que asola Terramar. Se habla de la destrucción del equilibrio y se le imbuye un tono profético que augura una narración épica de la defensa de ese mundo... que poco a poco degenera en una mera trifulca de magos hasta que se olvida del todo. Por si eso fuera poco, la presentación de nuestro héroe no podía ser más insatisfactoria: mata a su padre por algún motivo que nunca se trata a fondo y emprende un viaje. Así, sin más, ni siquiera parece que ese suceso tenga relevancia al margen de uno o dos comentarios. A medida que avanza el argumento, las ideas interesantes e inconclusas se suceden. El mago que acompaña a Arren, Gavilán, nota que va perdiendo sus poderes mágicos. Eso sí, ¿no? Pues no. Tampoco lleva a ninguna parte.
A todo eso hay que añadir el elevado número de detalles no explicados. Por ejemplo, la simbología de los nombres: parece que tiene una cierta importancia, pero es algo que con este guión nunca sabremos. Que Arren y Therru se llamen de otra forma queda bonito pero a efectos prácticos no parece que sirva de nada. Tampoco se conoce el papel del fantasma de Arren ni cómo lo controla Cobb; de hecho, rascando un poco más en ese mismo sentido, no entiendo ni siquiera por qué Cobb necesita a Arren para su hechizo de la vida eterna. Y, por último, la revelación de Therru pasa por ser uno de los recursos más gratuitos que he visto. No sólo no se insinúa nada sobre ello (de hecho se había montado una historia paralela completamente plausible), sino que el hecho de que pueda convertirse en dragón huele a conclusión muy forzada. Que tenga un cierto tono misterioso y parezca que oculte algo no implica que pueda ser "cualquier cosa", el guión tendría que haber dado al menos pistas concluyentes.
Para colmo, el ritmo narrativo es muy irregular, combinando momentos aburridísimos con escenas tan rápidas y precipitadas que pierden su gracia, y los diálogos resultan muy falsos en su intento de ser profundos (esos sermones sobre la vida y la muerte...).
En resumen, una película insulsa y abiertamente mala, que temporalmente se podría adscribir al bajón de calidad general de las obras de Ghibli tras "El viaje de Chihiro" y hasta la llegada de "Ponyo en el acantilado". Y la premisa daba para mucho. Si la hubiera dirigido un autor con las ideas más claras, no estaría hablando en estos términos, pero a Goro sencillamente le venía grande todo esto.
El argumento está lleno de lagunas y de ideas ambiciosas que se quedan en nada. Para empezar, tenemos una presentación muy adornada de la crisis que asola Terramar. Se habla de la destrucción del equilibrio y se le imbuye un tono profético que augura una narración épica de la defensa de ese mundo... que poco a poco degenera en una mera trifulca de magos hasta que se olvida del todo. Por si eso fuera poco, la presentación de nuestro héroe no podía ser más insatisfactoria: mata a su padre por algún motivo que nunca se trata a fondo y emprende un viaje. Así, sin más, ni siquiera parece que ese suceso tenga relevancia al margen de uno o dos comentarios. A medida que avanza el argumento, las ideas interesantes e inconclusas se suceden. El mago que acompaña a Arren, Gavilán, nota que va perdiendo sus poderes mágicos. Eso sí, ¿no? Pues no. Tampoco lleva a ninguna parte.
A todo eso hay que añadir el elevado número de detalles no explicados. Por ejemplo, la simbología de los nombres: parece que tiene una cierta importancia, pero es algo que con este guión nunca sabremos. Que Arren y Therru se llamen de otra forma queda bonito pero a efectos prácticos no parece que sirva de nada. Tampoco se conoce el papel del fantasma de Arren ni cómo lo controla Cobb; de hecho, rascando un poco más en ese mismo sentido, no entiendo ni siquiera por qué Cobb necesita a Arren para su hechizo de la vida eterna. Y, por último, la revelación de Therru pasa por ser uno de los recursos más gratuitos que he visto. No sólo no se insinúa nada sobre ello (de hecho se había montado una historia paralela completamente plausible), sino que el hecho de que pueda convertirse en dragón huele a conclusión muy forzada. Que tenga un cierto tono misterioso y parezca que oculte algo no implica que pueda ser "cualquier cosa", el guión tendría que haber dado al menos pistas concluyentes.
Para colmo, el ritmo narrativo es muy irregular, combinando momentos aburridísimos con escenas tan rápidas y precipitadas que pierden su gracia, y los diálogos resultan muy falsos en su intento de ser profundos (esos sermones sobre la vida y la muerte...).
En resumen, una película insulsa y abiertamente mala, que temporalmente se podría adscribir al bajón de calidad general de las obras de Ghibli tras "El viaje de Chihiro" y hasta la llegada de "Ponyo en el acantilado". Y la premisa daba para mucho. Si la hubiera dirigido un autor con las ideas más claras, no estaría hablando en estos términos, pero a Goro sencillamente le venía grande todo esto.