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Voto de Ghibliano:
9
Drama La historia de Pixote, un niño de 10 años de Sao Paulo, es como la de cualquiera de los miles de niños de la calle que vagan por las favelas en las ciudades de Brasil, rodeados de miseria, violencia, abusos y pobreza. (FILMAFFINITY)
3 de julio de 2015
17 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Pixote" arranca con una breve secuencia en tono documental, en la que el director Héctor Babenco ofrece una breve introducción a las puertas de la favela de Diadema, en São Paulo. En ella expone el tema que abordará y presenta a Fernando Ramos da Silva, un niño que vive con su familia en este empobrecido barrio y que protagonizará a continuación el filme. Esta atípico prólogo nos avisa de la dimensión de realidad que se nos va a mostrar. Siguiendo la tradición del cine neorrealista, los personajes son actores no profesionales, niños de la calle en situaciones similares a las del protagonista. La historia es una versión ficcionada, aunque con intenciones casi documentales, de la situación de desamparo en la que viven muchos menores de edad en los barrios más deprimidos de Brasil.

Lo que sigue pasado este prólogo es una historia dividida en dos partes claramente diferenciadas. En la primera de ellas, Pixote es encerrado con otros niños en un reformatorio por el supuesto asesinato de un juez, donde será testigo de los excesos de unas autoridades que les utilizan constantemente como cabezas de turco. Con un tono profundamente ácido y desencantado, Babenco se centra durante esta mitad de la narración en exponer la impunidad de las instituciones y sus abusos, sin escatimar tampoco en las críticas a los discursos pedagógicos vacíos y adornados que se manejan desde otras esferas, y mostrando, en definitiva, la indefensión de los internos del reformatorio ante su entorno, que va alimentando su necesidad de huir.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ghibliano
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